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La Unión Europea y Japón firmarán hoy un amplio acuerdo comercial que eliminará casi todos los aranceles, una medida que parece desafiar la preocupación por las tensiones comerciales desatadas por las políticas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
La firma del acuerdo, que se forjó en su mayoría el año pasado, tendrá lugar en Tokio y es ceremonial. Iba a producirse a principios de mes en Bruselas, pero el primer ministro japonés, Shinzo Abe, canceló su viaje por las inundaciones y deslaves que causaron más de 200 muertos en el suroeste de Japón.
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y el de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, que llegaron al país el lunes, asistirán a la cena de gala en la residencia oficial de Abe.
Ambas partes elogiaron el acuerdo, que cubre a un tercio de la economía global y a más de 600 millones de personas.
Los precios del vino y el cerdo europeos serán más bajos para los consumidores nipones, mientras que los europeos verán como las piezas de maquinaria, el té y el pescado japoneses serán más baratos.
El acuerdo elimina alrededor del 99% de los aranceles a los bienes japoneses en la UE, y los mantiene en el 94% para las importaciones europeas a Japón por el momento, antes de subir al 99% en unos años. La diferencia se debe a excepciones como el arroz, un producto sensible tanto cultural como políticamente en la nación asiática, donde está protegido desde hace décadas.
Al fortalecer sus lazos con la UE, Japón espera revitalizar las inversiones directas mutuas, combatir otras tendencias globales hacia el proteccionismo y mejorar el posicionamiento de sus marcas, señaló el Ministerio de Exteriores en un comunicado.
La UE explicó que la liberalización del mercado llevará a un aumento de las exportaciones de químicos, ropa, cosméticos y cerveza a Japón, lo que generará seguridad en el empleo en la región.
Históricamente, los consumidores japoneses han codiciado los productos europeos, por lo que un descenso de su precio podría impulsar el gasto.
La firma del acuerdo, que se forjó en su mayoría el año pasado, tendrá lugar en Tokio y es ceremonial. Iba a producirse a principios de mes en Bruselas, pero el primer ministro japonés, Shinzo Abe, canceló su viaje por las inundaciones y deslaves que causaron más de 200 muertos en el suroeste de Japón.
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y el de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, que llegaron al país el lunes, asistirán a la cena de gala en la residencia oficial de Abe.
Ambas partes elogiaron el acuerdo, que cubre a un tercio de la economía global y a más de 600 millones de personas.
Los precios del vino y el cerdo europeos serán más bajos para los consumidores nipones, mientras que los europeos verán como las piezas de maquinaria, el té y el pescado japoneses serán más baratos.
El acuerdo elimina alrededor del 99% de los aranceles a los bienes japoneses en la UE, y los mantiene en el 94% para las importaciones europeas a Japón por el momento, antes de subir al 99% en unos años. La diferencia se debe a excepciones como el arroz, un producto sensible tanto cultural como políticamente en la nación asiática, donde está protegido desde hace décadas.
Al fortalecer sus lazos con la UE, Japón espera revitalizar las inversiones directas mutuas, combatir otras tendencias globales hacia el proteccionismo y mejorar el posicionamiento de sus marcas, señaló el Ministerio de Exteriores en un comunicado.
La UE explicó que la liberalización del mercado llevará a un aumento de las exportaciones de químicos, ropa, cosméticos y cerveza a Japón, lo que generará seguridad en el empleo en la región.
Históricamente, los consumidores japoneses han codiciado los productos europeos, por lo que un descenso de su precio podría impulsar el gasto.