Las incógnitas detrás del acuerdo EE.UU.-México

Johngo

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Acuerdo EE.UU.-México

El mercado ya lo tenía prácticamente descontado. Ayer se anunciaron las líneas maestras del nuevo acuerdo comercial bilateral entre EE.UU. y México, al que podrá unirse Canadá en un futuro próximo. “El acuerdo, que viene a sustituir el antiguo NAFTA, tal y como pretendía desde un principio el presidente de EE.UU., Donald Trump, blinda casi por completo el sector del automóvil estadounidense, el cual ha sufrido mucho por la deslocalización de la producción desde que entró en vigor el NAFTA a principios de los 90”, explican los analistas de Link Securities.

José Luis Cárpatos, CEO de Serenity Markets, ha analizado la 'jugada' de Trump para impulsar el acuerdo y, con ello, a los mercados. “El pasado fin de semana, Trump publicó en Twitter un comentario acerca de que se estaba avanzando muy rápido en esa dirección y ya desde primera hora de ayer tuvimos una influencia positiva en el mercado. Después, jugó muy bien sus cartas y escasos minutos después de la apertura norteamericana volvió a tuitear otra vez que el acuerdo iba a ser muy bueno, en una escueta frase, mostrando que sabe jugar muy bien con las redes sociales y el impacto que tienen sus comentarios en los mercados financieros”.

Desde BBVA Research afirman que el acuerdo “es positivo para las economías de ambos países, sobre todo en el caso mexicano, pues resultaba trascendente culminar una negociación con su principal socio comercial, al cual se destinan el 80% de sus exportaciones y del que se recibe alrededor del 50% de la inversión extranjera directa. No se trata de un acuerdo idóneo, pero dadas las circunstancias, parece el mejor acuerdo posible. Esto considerando que un escenario alternativo y probable podría haber sido la imposición de un arancel de 25% a las importaciones de automóviles mexicanos o la cancelación del TLCAN”.

La noticia, que puede parecer que tiene una trascendencia macroeconómica limitada, fue acogida de forma muy positiva por los inversores, “principalmente porque es ‘un paso en la buena dirección’, al demostrar que el Gobierno de EE.UU., pese a sus exigencias, puede alcanzar acuerdos con sus socios comerciales. Ya lo ha hecho con Corea del Sur y, en gran medida, con Japón”, añaden estos expertos.

Además, este acuerdo deja abierta varias incógnitas porque, como se suele decir, nunca llueve a gusto de todos:

*- 1- Nuevos ‘posibles’ acuerdos con otros países

Esta ‘buena acción’ de Trump abre la posibilidad de reanudar y, por qué no, cerrar nuevos acuerdos comerciales que actualmente están sobre la mesa, como las negociaciones con la Unión Europea (UE), China o Canadá, país que estudiará a partir de ahora si se adhiere o no al pacto EE.UU-México. Recordamos que EE.UU. y China tienen previsto volver a reunirse, presumiblemente esta semana, para seguir acercando posturas. Además, según apuntan desde Renta Markets, “Trump y la canciller alemana, Angela Merkel, coinciden en la necesidad de mejorar las relaciones comerciales entre EE.UU. y UE, después de la escalada de tensión de los últimos meses”.

*- 2- Repercusión a otros sectores

Aunque el acuerdo entre EE.UU. y México ha favorecido, sobre todo, al sector del automóvil, “se especula asimismo con que pueda incluir también el fin de las tarifas en el sector del acero”, advierten desde Banca March. Desde Renta 4 (MC:RTA4) también apuntan que otra consecuencia podría ser el levantamiento mutuo de aranceles sobre el aluminio”.

Por otra parte, la suavización de las tensiones comerciales sería una buena noticia para el crecimiento económico, “lo que ayer permitió nuevos avances en el precio del crudo Brent, hasta niveles de 76 dólares el barril”, añaden desde Renta 4.

Igualmente, si el sector de automoción y recambios es el más beneficiado, “quizá también se puede alcanzar un acuerdo en todo lo que respecta a las exportaciones, como el sector industrial, minorista, tecnológico y químico”, apunta José Luis Cárpatos, de Serenity Markets.

*- 3- Bonos

El acuerdo, además de animar a los inversores a incrementar sus posiciones de riesgo, lo que se pudo comprobar en los principales mercados de renta variable mundiales, cuyos índices cerraron casi mayoritariamente al alza, también mostró la otra cara de la moneda. “Los bonos, activos que suelen ejercer el papel de refugio en momentos de elevada incertidumbre, sufrieron ayer las ventas por parte de los inversores, lo que impulsó sus rentabilidades al alza”, comentan en Link Securities.

*- 4- Divisas

Tal como recogen los analistas de Bankinter (MC:BKT), el acuerdo entre EE.UU. y México “restó atractivo a las divisas refugio, como USD (1,167/€) y JPY (130/€)”.

Kathy Lien, directora general de Estrategia FX en BK Asset Management, que apunta que “el aumento de las tensiones comerciales a escala mundial ha sido una de las mayores fuentes de incertidumbre para los mercados financieros este año y ha provocado una aversión a los activos de riesgo que ha llevado al índice dólar a máximos de 15 años”.

Esta experta añade que, “si Canadá logra asegurar un acuerdo comercial preliminar esta semana, todas las divisas principales ampliarían su subida”. Los inversores dirigen ya sus esperanzas hacia China, pues Trump dijo que espera poder trabajar finalmente en un acuerdo. Pero si Estados Unidos y Canadá no se ponen de acuerdo o no hay ningún avance significativo esta semana y el presidente vuelve a amenazar a Canadá con la imposición de aranceles sobre los vehículos, no sólo el dólar canadiense caerá rápida y agresivamente sino que todas las divisas principales podrían revertir sus ganancias a medida que los inversores vuelven a confiar en el billete verde”. Investing.com
 

droblo

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l presidente estadounidense Donald Trump se mostró jubiloso al llegar a un acuerdo preliminar con México para reemplazar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, pero generó al menos tantos interrogantes como respuestas. ¿Será posible convencer o coaccionar a Canadá _el tercer socio del TLCAN y el segundo socio comercial de Estados Unidos_ a que acepte un nuevo pacto?

¿Es legal _o políticamente factible_ llegar a un acuerdo comercial que reemplace el TLCAN solamente con México? ¿Y qué sucederá con las complejas cadenas de abastecimiento creadas por empresas estadounidenses y de otros países a lo largo de los 24 años que lleva el TLCAN y que abarcan los tres países?

“Todavía restan muchas preguntas por responder”, dijo Peter MacKay, un exministro canadiense de justicia, defensa y asuntos exteriores, ahora socio del bufete legal Baker McKenzie.

Trump se apresuró a declarar que el acuerdo era un triunfo, como lo demostró, dijo, el alza de la bolsa el lunes, impulsada en parte por el aparente acuerdo con México.

“Acabamos de firmar un acuerdo comercial con México y es un acuerdo buenísimo para todos”, declaró el presidente. “Es un acuerdo que muchos decían que no se podía lograr”.

Trump insinuó que él podría excluir a Canadá del nuevo acuerdo. Dijo que quería llamarlo “Acuerdo Comercial Estados Unidos-México” porque, según él, el TLCAN ha ganado fama de ser perjudicial para los trabajadores estadounidenses.

Sin embargo, agregó, dijo que quería darle a Canadá la oportunidad de volver a entrar, “siempre que quieran negociar de manera justa”. Para intensificar la presión sobre Ottawa, amenazó con imponer nuevos aranceles a los autos importados de Canadá.

En declaraciones a la prensa, el principal asesor económico de la Casa Blanca, Larry Kudlow, exhortó a Canadá a “venir a la mesa”.

“Hagamos un gran acuerdo como el que acabamos de hacer con México”, dijo Kudlow. “De lo contrario, Estados Unidos podría tener que tomar medidas”.

La negociadora canadiense del TLCAN, la ministra del Exterior Chrystia Freeland, interrumpió un viaje a Europa para volar a Washington el martes.

“Solo firmaremos un nuevo TLCAN que sea bueno para Canadá y bueno para la clase media”, dijo Adam Austen, un vocero de Freeland. Añadió que “se requiere la firma de Canadá“.

MacKay añadió: “Todavía hay mucha incertidumbre, miedo, nerviosismo, la sensación de que lo miramos desde afuera”.

Los detractores denunciaron la perspectiva de marginar a Canadá de un acuerdo comercial norteamericano debido en parte a los riesgos que supondría para las empresas implicadas en el comercio internacional. Muchos fabricantes han construido sistemas vitales de aprovisionamiento que dependen de poder cruzar libremente todas las fronteras del TLCAN.

Jay Timmons, presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Estados Unidos, destacó: “es imperioso firmar un acuerdo trilateral”, en vista del “movimiento colosal de bienes y la integración de operaciones entre los tres países”.

Trump ha condenado frecuentemente el TLCAN como un “desastre” que ha eliminado empleos en Estados Unidos. El tratado redujo la mayoría de las barreras comerciales entre los tres países. El presidente y otros detractores dicen que el pacto alentó a los fabricantes estadounidenses a mudarse al sur de la frontera para explotar la mano de obra barata mexicana.

Con el acuerdo preliminar, podrían regresar más empleos fabriles a Estados Unidos, pero dista de ser un hecho consumado. Faltan las firmas oficiales y posteriormente la ratificación por los congresos de cada país.

El Congreso en Washington no lo someterá a votación antes del año próximo, es decir, después de las elecciones de noviembre que podrían significar el fin del dominio republicano en la cámara baja, pero en principio parece al menos una victoria propagandística para Trump, una semana después que su exjefe de campaña fue hallado culpable de delitos financieros y de que su exabogado personal lo implicó en el pago de sobornos para silenciar a dos mujeres que dijeron haber tenido relaciones sexuales con él antes de que fuera presidente.

Antes de iniciar las negociaciones para un nuevo tratado, hace un año, el gobierno estadounidense notificó al Congreso que hablaría con Canadá y México. Por eso el anuncio del lunes dejó la pregunta de si Washington está autorizado a llegar a un acuerdo con uno solo de los dos países.

Un alto funcionario del gobierno, quien habló con la prensa bajo la condición de anonimato, dijo que sí: el gobierno puede informar al Congreso que ha llegado a un acuerdo con México y que si Canadá quiere sumarse, bienvenido sea.

Sin embargo, otros analistas dijeron que la respuesta no era clara: “Es algo que nunca se ha puesto a prueba”, dijo Lori Wallach, directora del Global Trade Watch, un instituto de tendencia izquierdista que estudia problemas de la globalización.

Incluso un aliado crucial de Trump como Kevin Brady, el legislador republicano que preside la Comisión de Recursos y Arbitrios de la cámara baja, se expresó con cautela. Dijo que espera “analizar cuidadosamente los detalles y efectuar consultas en las próximas semanas para determinar si la nueva propuesta responde a las prioridades comerciales establecidas por el Congreso”.

El número dos del bloque de senadores republicanos, John Cornyn, dijo que el anuncio del lunes era un “paso positivo”, pero que Canadá debe ser parte del acuerdo final.

“Un acuerdo trilateral es el mejor camino hacia adelante”, dijo Cornyn, y destacó que había millones de empleos en juego.

Además, hay razones políticas para mantener a Canadá en el bloque regional.

“A México le será difícil lograr la aceptación en casa del ‘acuerdo con Trump’ si Canadá no cree que sea un buen acuerdo”, dijo el abogado de asuntos comerciales Daniel Ujczo, de la fiorma Dickinson Wright PLLC. “Creará la impresión de que México capituló“.

En efecto, México ha dicho que quiere que Canadá esté incluida en cualquier acuerdo nuevo que reemplace el TLCAN.

El presidente electo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, dijo que “nos interesa un acuerdo de tres países”. Por su parte, el secretario del Exterior Luis Videgaray dijo a la prensa que “México tendrá tratado de libre comercio, independiente de aquellas variables que no podemos controlar”, en alusión a las negociaciones entre Washington y Ottawa.

Según la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés), México aceptó que el 75% del contenido de un vehículo sea producido dentro del bloque (comparado con el 62,5% actual) para poder ser exento de aranceles y que del 40 al 45% sea fabricado por trabajadores que ganen al menos 16 dólares la hora. Con estos cambios se espera alentar una mayor producción en Estados Unidos.

Durante meses las conversaciones se estancaron debido a la insistencia del gobierno de Trump de incluir una “sunset clause” (cláusula de caducidad): un TLCAN renegociado caducaría a los cinco años a menos que los tres países acordaran prolongarlo. México y Canadá se negaron terminantemente a aceptarla.

El lunes, el gobierno de Trump y México anunciaron un acuerdo sobre ese asunto: el TLCAN reformado tendría una vigencia de 16 años. Al cabo de seis años habría una revisión para determinar si el acuerdo requería alguna actualización o modificación. En ese momento se resolvería una nueva vigencia de 16 años o si el pacto podría expirar.
 

Johngo

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Para un cerebro de hormiga, desde el punto de vista diplomatico, economico y militar, seria un desastre para Estados Unidos no tener a Canada como socio.
Algun dia existira como la UE una UAM (Union de America). Pero claro tentran que pasar muchos años hasta que america del sur sea estable y confiable.
 
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droblo

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La ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, dijo que su reunión del martes con el representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, fue “una conversación muy buena y constructiva” sobre cómo renovar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

Freeland le dijo a la prensa después de la reunión que ella y su equipo planean trabajar esta semana “a todo vapor” y que ambas partes comenzarán a profundizar en temas específicos la mañana del miércoles.

Freeland viajó a Washington un día después de que el gobierno del presidente Donald Trump llegó a un acuerdo preliminar con México para reemplazar al TLCAN.

Canadá no tiene mucho tiempo, porque Lighthizer tiene la intención de notificar formalmente al Congreso del pacto con México el viernes.

Freeland dijo que ambas partes “están listas para una semana importante y constructiva”, pero también advirtió que “estamos preparados para todos los escenarios”.

Las importantes concesiones de México en áreas de mano de obra y reglas de origen de vehículos “realmente allanaron el camino para lo que Canadá cree que será una buena semana”, agregó.

La Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos dijo el lunes que México ha acordado asegurar que 75% del contenido de los automóviles sea producido dentro del bloque comercial (un aumento desde el actual 62,5%) para recibir beneficios fiscales, y que entre 40% y 45% sea producido por trabajadores que ganen al menos 16 dólares la hora. Esos cambios tienen el objetivo de motivar una mayor producción automotriz en Estados Unidos.

La reunión del martes fue la primera vez que Freeland se reunió con sus homólogos estadounidenses desde mayo.
 

Johngo

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Tengo un amigo canadiense y estoy preocupado, aquí en:

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Esta semana, Canadá reiniciará las conversaciones oficiales con Estados Unidos con el objetivo de aprobar una nueva versión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA) próximamente. Estos últimos días se ha conocido que el país presidido por Donald Trump y México ya han alcanzado un acuerdo que reescribe el pacto comercial trilateral, ratificado por primera vez en 1994. La canciller canadiense, Chrystia Freeland, está en Washington para continuar las negociaciones. Creo que podemos llegar esta semana, realmente lo creo", han asegurado desde el Consejo Estadounidense de Negocios de Canadá, antes de advertir que las conversaciones trilaterales de esta semana serían "duras" e "intensas".

Por su parte, el secretario del Tesoro estadounidense, Steven Mnuchin, ha dicho en una entrevista a CNBC que tiene la esperanza de que pronto se reanudará el acuerdo comercial con Canadá, pero advirtió que Estados Unidos está listo para seguir adelante con lo que ha negociado con México. Trump ha amenazado con aplicar aranceles a los automóviles fabricados en Canadá si este país no se une al acuerdo actualizado. "Creo que con Canadá, francamente, lo más fácil que podemos hacer es poner aranceles a la entrada de sus automóviles. Es una cantidad tremenda de dinero y es una negociación muy simple", ha dicho el presidente estadounidense.

México también ha expresado su opinión. El canciller Luis Videgaray ha afirmado que las tres partes trabajarían por un acuerdo a tres bandas. "Ahora vamos a dedicar largas horas a la negociación con Canadá". Las negociaciones entre los tres socios, cuyo comercio mutuo asciende a más de 1,2 billones de dólares anuales, se han prolongado durante más de un año, ejerciendo presión sobre el peso mexicano y el dólar canadiense.
 
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