Rusia dijo el miércoles que enviaría más de sus nuevos sistemas de misiles antiaéreos S-400 a Crimea y un reportero de Reuters vio un buque de guerra ruso que se desplegaba en las inmediaciones, mientras aumentan las tensiones con Ucrania tras apresar Moscú tres barcos de la marina ucraniana.
Rusia ha estado enviando nuevo material militar de manera regular a Crimea desde que en 2014 se anexionó la península, antes territorio de Ucrania, convirtiéndola —según medios respaldados por el Kremlin— una fortaleza.
El anuncio de Moscú sobre los nuevos misiles se produjo después de que Rusia apresara tres embarcaciones ucranianas y a sus tripulaciones el domingo al considerar que habían invadido aguas rusas, algo que Ucrania niega.
Kiev introdujo la ley marcial en partes del país después del incidente, diciendo que temía una posible invasión rusa.
El episodio corre el riesgo de descarrilar una reunión entre el presidente estadounidense Donald Trump y el presidente ruso Vladimir Putin en la reunión del G20 que se celebra en Argentina a finales de esta semana. Trump dijo el martes que podría cancelar la reunión debido al incidente, pero el Kremlin dijo el miércoles que pensaba que aún estaba en la agenda.
Agencias de noticias rusas recogieron declaraciones de Vadim Astafyev, portavoz del distrito militar del sur de Rusia, en las que afirmaba que pronto se entregaría un nuevo batallón de misiles S-400 a Crimea y que estarían operativos a finales de año. Mientras tanto, se mantienen las tensiones en el mar Negro y el de Azov.
En 2016 el ministerio de Defensa ruso anunció que había emplazado un regimiento de misiles S-400 en Crimea. Este miércoles, Rusia ha anunciado que emplazará una nueva división de misiles antiaéreos tierra-aire S-400 en la península. "Próximamente el nuevo sistema de misiles entrará en servicio", declaró a la agencia Interfax el coronel Vádim Astáfiev, portavoz de la circunscripción militar sur. MOSCÚ/KERCH, Crimea (Reuters)
HISTORIA
Reportaje: Crimea, la obsesión de Putin | EL PAÍS Semanal
Rusia ha estado enviando nuevo material militar de manera regular a Crimea desde que en 2014 se anexionó la península, antes territorio de Ucrania, convirtiéndola —según medios respaldados por el Kremlin— una fortaleza.
El anuncio de Moscú sobre los nuevos misiles se produjo después de que Rusia apresara tres embarcaciones ucranianas y a sus tripulaciones el domingo al considerar que habían invadido aguas rusas, algo que Ucrania niega.
Kiev introdujo la ley marcial en partes del país después del incidente, diciendo que temía una posible invasión rusa.
El episodio corre el riesgo de descarrilar una reunión entre el presidente estadounidense Donald Trump y el presidente ruso Vladimir Putin en la reunión del G20 que se celebra en Argentina a finales de esta semana. Trump dijo el martes que podría cancelar la reunión debido al incidente, pero el Kremlin dijo el miércoles que pensaba que aún estaba en la agenda.
Agencias de noticias rusas recogieron declaraciones de Vadim Astafyev, portavoz del distrito militar del sur de Rusia, en las que afirmaba que pronto se entregaría un nuevo batallón de misiles S-400 a Crimea y que estarían operativos a finales de año. Mientras tanto, se mantienen las tensiones en el mar Negro y el de Azov.
En 2016 el ministerio de Defensa ruso anunció que había emplazado un regimiento de misiles S-400 en Crimea. Este miércoles, Rusia ha anunciado que emplazará una nueva división de misiles antiaéreos tierra-aire S-400 en la península. "Próximamente el nuevo sistema de misiles entrará en servicio", declaró a la agencia Interfax el coronel Vádim Astáfiev, portavoz de la circunscripción militar sur. MOSCÚ/KERCH, Crimea (Reuters)
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