El índice Baltic Dry dejará de ser un termómetro útil del estado del comercio mundial
elEconomista.es
La incertidumbre sobre el número de barcos nuevos que se armarán e incorporarán a las rutas comerciales en 2010 puede poner en duda la efectividad del índice Baltic Dry (BDI), que mide los costes de flete de los buques como termómetro del estado del comercio mundial y por tanto del pulso de la economía. ¿Será el fin de una de las pistas más seguidas por los expertos?
Durante la última década, el Baltic Dry ha ganado importancia como referencia económica mundial. Gracias a la estable estructura de suministro de la industria naviera, este índice se empezó a vender como una muy buena referencia para evaluar la demanda global de materiales básicos, que se consideran los pilares de una economía.
Publicado cinco días por semana, el BDI refleja los costes de transportar abultadas cargas de material (principalmente hierro, carbón y cereales) vía alguna de las cuatro principales modalidades de cargueros.
Ahora, el exceso de nuevos barcos que se espera que entren en activo este año añade incertidumbres tanto por el lado de la oferta como de la demanda. El indicador ya no arrojará cifras tan claras, señala The Wall Street Journal.
No responderá a cambios en la demanda
El BDI "no responderá tan bien como hasta ahora a los cambios en la demanda, puesto que el exceso de barcos operativos se va a hacer cada vez más pronunciado", apunta Plamen Natzkoff, estratega de carga, transporte marítimo y flete de Citigroup.
Este experto considera que, aunque el índice "seguirá reflejando en cierto modo el equilibrio entre oferta y demanda de carga marítima", su validez como índice global será muy limitada.
Baltic Exchange, la firma encargada de su publicación, defiende pese a todo la utilidad del indicador. "Hay dos elementos en el BDI: demanda y oferta. Y cuando la oferta de buques es estable, la demanda de transporte es una buena representación de la actividad del sector primario".
En mayo de 2008, el BDI estableció su récord histórico, en los 11.793 puntos, gracias al buen pulso de los emergentes y al hecho de que las naciones más desarrolladas aún no habían visto la peor cara de la crisis, pero en diciembre de 2009, tras meses de sequía de demanda, cayó por debajo de los 670. Hoy, se mueve alrededor de los 2.500 puntos
creo que la representatividad de este indice se ha desvirtuado bastante