ese asesor, o lo q sea nos metio miedo xa q le contrataramos y hay afectados, a la vez q x la hipoteca, x el asesor fantasma, yo directamente no, se trata de un familiar - - hace perder un monton en deuda y de lo q dijo, resulta q todo al reves, q el nivel de 130 yen x euro no lo veia en muchos años, q no tenia razon ningun periodico economico, sobre lo de aguantar en yenes....
todo al reves. - - kiza profetiza como nostradamus, si no se cumple ahora la profecia en 2013, se cumplira en 2313 q mas da ¡, pero se cumplira algun dia claro.
Recemos xa q no suban los intereses
Sin entrar a valorar al aludido, que es un personaje que ni me va ni me viene, te voy a dar mi opinión de lo que se debe y no se debe hacer con estas hipotecas, y lo dice alguien como yo, que también lo ha hecho muy mal, pero que toro pasado tiene ya su experiencia, y de la experiencia se aprende.
Qué se debe hacer ante una situación como la que se nos avecinó en 2008:
Opción 1 - Ante el pánico de perder el patrimonio, salirse a euros y consolidar la deuda, ejecutando el stop loss que nos hubiésemos marcado. Perdemos, pero nos quedamos tranquilos de que ya no vamos a perder más. Si en el futuro sube el euribor, también lo hará la economía, y por tanto la inflación y, en teoría al menos, los sueldos.
Opción 2 - Quedarse en yenes pase lo que pase. Arriesgarse. El contravalor de nuestra deuda se habrá incrementado, pero con los bajísimos tipos de interés del yen se amortiza mucho en cada mensualidad, y tarde o temprano las aguas volverán a su cauce, momento en el que se debería pasar a euros, con alguna ganancia, sin pérdidas, o en el peor de los casos, con alguna pequeña pérdida comparado con una hipoteca convencional.
Que no se debe hacer:
- especular ( es decir, cambiar de una divisa a otra que no sea el euro pensando que la nueva divisa se va a comportar como nosotros queremos). Esto puede salir bien, pero tiene muchas posibilidades de salir mal, como en mi caso, del yen al franco en muy mal momento, y quedar atrapado en una divisa que no permite reducir deuda, sino al contrario, que la incrementa. Te la puedes jugar con un CHF/JPY a 110 para cambiar de yenes a francos, pero esos precios hay que esperarlos, y si no se dan, pues nada. Pero sólo en ese caso, dándose precios históricamente excepcionales.
- dejar que las decisiones las tomen otros por uno mismo. Hacer caso a otro, por mucho que creas que sabe. Cada uno debe tomar sus propias decisiones.