Es uno de los conceptos económicos básicos para cualquier usuario ya que está ligado a la creación de una bolsa de ahorro. Genéricamente se refiere al saldo que se mantiene en una cuenta u otro producto bancario de características similares de una entidad de crédito. Con la total disponibilidad sobre los ingresos que por otra parte puede ser remunerados o no en función de la estrategia comercial de los bancos. No obstante, es un término que también queda restringido para referirse a los diferentes productos, como por ejemplo libretas, cuentas u otros parecidos.
El que se denomine a la vista se interpreta como que en el dinero no hay ninguna clase de imposiciones a las aportaciones. Es decir, se pueden llevar a cabo con completa libertad con las únicas condiciones impuestas por las entidades emisoras. En lo referente a su tipo de interés, comisiones y penalizaciones en su uso. De la misma manera que hace relación a que el saldo puede estar dispuesto de forma muy rápida. En el mismo momento y sin esperar a realizar otros trámites administrativos, como por ejemplo sucede con los depósitos a plazo fijo.
Es muy relevante que este concepto ligado al ahorro pueda servir como herramienta para formalizar pagos domiciliarios, cargos de gastos o incluso en las operaciones de compra y venta en bolsa. Precisamente por su rapidez para retirar o reintegrar dinero en la propia cuenta o libreta. Estando destinado para los usuarios que no cuentan con profundos conocimientos financieros por su especial facilidad para operar con estos instrumentos.
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