Cuando hablamos de “ampliación de hipoteca” nos referimos a la negociación con el banco para modificar las condiciones y de esta manera aumentar el importe del capital prestado o el plazo en devolverlo, podríamos decir que es justo lo contrario de una amortización anticipada. Es lo que se llama una novación aunque en la novación entran también otras modificaciones como es cambiar el tipo de hipoteca (por ejemplo de variable a fija) o el tipo de interés aplicado.
En el caso de que la ampliación se realice en otro banco se llama subrogación y supone la cancelación de la hipoteca con el banco antiguo y la apertura de una nueva en otro banco, esto si bien puede ser rentable al encontrar mejores condiciones acarrea también muchas comisiones (principalmente de amortización anticipada) así como gastos.
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