Es una de las estrategias más usuales y eficaces que usan los pequeños y medianos inversores para realizar sus operaciones en bolsa. Se basa en una rama del análisis técnico que se fundamenta en que solo tiene en cuenta la cotización de los valores bursátiles. Sin que en ningún momento se fije en el estudio fundamental de los mismos ya que entraría en otro método de valoración. De la misma manera, que si por algo se caracteriza este sistema es porque puede crear las zonas de entrada y salida en las inversiones realizadas.
Su nombre se deriva de un anglicismo que significa gráfico y que aporta el instrumento que debe utilizarse para esta tarea. Desde donde se puede visualizar, entre otros parámetros los soportes y resistencias que tienen los títulos. En cuya zonas se abre la posibilidad de estrenar y cerrar posiciones para obtener el mayor margen de beneficios en cada una de las operaciones. Al igual que detecta los niveles de sobrecompra y sobreventa que tan buenos resultados proporciona a los inversores.
El análisis chartista, por otra parte, prevé futuras tendencias en los mercados de estas características al reflejar una serie de osciladores que marcarán la evolución de los títulos. Con una gran fiabilidad en el diagnóstico y donde el único requisito es adelantarse antes que se inicien los movimientos. Es un método que es muy utilizado por los inversores con mayor experiencia en esta clase de inversiones. Con una incidencia en las operaciones que se desarrollan desde este método de investigación.
« Volver al glosario económico