Se trata de uno de los ratios más seguidos por los inversores para llevar a cabo sus operaciones de compra y venta de acciones en los mercados de renta variable. Se caracteriza por constituirse en un parámetro que determina el beneficio neto en función del número de títulos del valor analizado. Es decir, el rendimiento de cada acción y que es muy utilizado en el análisis fundamental para seleccionar las mejores propuestas de inversión. No en vano, es un dato muy objetivo y que ofrece una realidad muy aproximada sobre el estado de la empresa.
El BPA se aplica sobre las empresas que tienen en circulación acciones en los mercados financieros. Porque de no cumplirse con esta premisa se estaría hablando de beneficio diluido. Se refiere a otros activos, como por ejemplo warrants o deuda convertible, entre algunos de los más relevantes. Para calcular el rendimiento por acción tan solo hay que dividir el beneficio neto por el número de títulos y nos dará su valoración.
Con este dato se podrá calcular otro de mayor importancia como es el PER y en ambos casos se constituirán en una información muy relevante que indicará que títulos serán mejores que otros para rentabilizar nuestra inversión. A través de una comparativa entre los integrantes de un sector o índice bursátil que ayudará a que la decisión esté más respaldada por unos ratios muy fiables. De la misma manera que el BPA es vital para detectar sus expectativas de crecimiento para los próximos años.
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