Es la divisa más importante a nivel internacional y que por otra parte se constituye en la moneda oficial de los Estados Unidos. Se trata de un notable activo financiero que desde la década de los 70 en el siglo pasado se ha constituido en moneda fiat. Es decir, una manera de dinero fiduciario que se usa en diferentes operaciones. Además, tal es su relevancia en el mundo económico que ha sido adoptada como moneda propia en algunos países, como en los casos concretos de Barbados, Bahamas o Trinidad y Tobago. Siendo uno de los activos referentes para cualquier clase de transacción económica o comercial.
También es considerada reflejo de la economía a nivel mundial y en la imagen que ha trasportado Estados Unidos al resto del mundo. Debido a que han quedado plasmadas en sus billetes, algunas de sus figuras más representativas, como en el caso de George Washington o Abraham Lincoln, ambos presidentes de la nación. De la misma forma que sirve de divisa de cambio en ciertas partes del planeta durante las estancias o los viajes de turismo.
Otra de las particularidades del dólar norteamericano es que se puede utilizar para contratar una serie de productos bancarios. Como imposiciones a plazo fijo, hipotecas para la vivienda, fondos de inversión o cuentas de ahorro, entre algunos de los más relevantes. Con el objetivo de mejorar su rendimiento aprovechando el cambio frente a otras divisas. Aunque de la misma manera genera un riesgo muy importante que los usuarios deberán valorar en el momento de su contratación.
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