Los fondos indexados suelen ser fondos cotizados o fondos de inversión. Su objetivo es reproducir los movimientos reales de un índice subyacente para un mercado financiero concreto. Lo hacen independientemente de lo que ocurra en los mercados bursátiles en general.
Existen varios medios para seguir un índice de este tipo. Una forma de hacerlo es comprando y manteniendo todos los valores del índice en la misma proporción en que están representados en él. Otra forma de conseguirlo es haciendo una muestra estadística del mercado y adquiriendo después valores que sean representativos del mismo.
Un gran número de fondos indexados se basan en un modelo informático que acepta poca o ninguna aportación de las personas en su toma de decisiones sobre los valores comprados y vendidos. Esto se califica como un tipo de gestión pasiva cuando el fondo índice se gestiona de esta manera.
Estos fondos indexados no tienen una gestión activa. Esto les permite beneficiarse de poseer menos comisiones e impuestos en sus cuentas que son imponibles. Las bajas comisiones que se cobran se derivan de los rendimientos de la inversión que, por otra parte, coinciden en su mayoría con los del índice. Además, no es posible igualar exactamente un índice, ya que los modelos de muestreo y réplica de este índice nunca serán correctos al cien por cien. Estas desviaciones entre el rendimiento de un índice y el del fondo se denominan error de seguimiento, o más bien fluctuaciones.
Hoy en día existe una gran variedad de fondos indexados entre los que puede elegir. También los ofrecen distintos gestores de inversión. Entre los índices más habituales están el FTSE 100, el S&P 500 y el Nikkei 225. Se han creado otros índices que se denominan de investigación para crear modelos de fijación de precios de activos.
Kenneth French y Eugene Fama crearon uno conocido como el modelo de tres factores. Este modelo de tres factores de Fama-French es utilizado por Dimensional Fund Advisers para crear sus diversos fondos de índices. Se han creado otros índices más recientes que se conocen como índices basados en fundamentos. Estos se basan en factores como los beneficios, los dividendos, las ventas y los valores contables de las empresas.
El concepto subyacente para el desarrollo de los fondos de índices proviene de la HME, o hipótesis del mercado eficiente. Esta hipótesis afirma que, dado que los analistas de valores y los gestores de fondos siempre están buscando valores que se comporten mejor que el conjunto del mercado, esta competencia eficiente entre ellos se traduce en que la información actual sobre los asuntos de una empresa se incorpora rápidamente al precio de la acción. Por ello, se acepta generalmente que es muy difícil saber de antemano qué acciones lo harán mejor que el conjunto del mercado. Por lo tanto, el desarrollo de un índice de mercado tiene sentido, ya que las ineficiencias y los riesgos inherentes a la selección de acciones individuales pueden eliminarse simplemente mediante la compra del propio fondo de índice.
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