La hipoteca para la segunda vivienda se trata de un préstamo exclusivo para la compra de una segunda residencia y por tanto mantiene unas constantes comerciales diferentes. La más relevante es que generalmente se financia solo el 50 % o 60 % de una vivienda de estas características. De igual manera que cuenta con un plazo de devolución muy corto ya que apenas supera los 20 años. Otra de sus particularidades es que en muchas de las ocasiones se utiliza la primera casa como garantía de la hipoteca. Con la aplicación de unos tipos de interés en sintonía con los del sector en general.
Por el contrario, muestra una serie de coincidencias con el resto de créditos hipotecarios. Una de ellas es la posible inclusión de comisiones que pueden alcanzar hasta el 2 % del importe demandado. Al igual que los requisitos para su acceso y que regirán bajo los criterios de la propia entidad bancaria. Sin que exista ninguna clase de bonificaciones o reducciones en el diferencial respecto a los índices de referencia, en su mayoría ligado al Euríbor.
Se trata de un producto que ha ido en ascenso con el paso de los años debido a que sus demandantes ofrecen mayores garantías en el cumplimiento del contrato. Al tratarse de personas de mayor edad, con mayor poder adquisitivo y estabilidad en su puesto de trabajo. Factores muy valorados por las entidades de crédito para su oportuna concesión. Además, en buena parte de las ocasiones cuentan con una larga relación con las mismas lo que ayuda a formalizar el acuerdo.
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