Una ICO (Oferta Inicial de Monedas) se refiere a un proceso no regulado en el que se recaudan los fondos para nuevos proyectos de criptomonedas. Estas ICOs permiten a los emprendedores eludir el proceso fuertemente regulado de recaudación de capital a través de medios más tradicionales que involucran a los bancos, el capital de riesgo, los inversores ángeles, o las ofertas públicas iniciales en las bolsas de valores.
En cualquier campaña de oferta de la ICO, al menos una parte de la criptomoneda se venderá a los patrocinadores de la empresa que se involucren pronto. Lo reciben como compensación por haber aportado una moneda tradicional o una inversión en moneda alternativa de la talla de Bitcoin. Estas ICOs también se conocen como IPCOs, o Initial Public Coin Offerings a veces.
El proceso para participar en una Oferta Inicial de Monedas es sencillo y relativamente fácil de hacer. El equipo de la startup comienza produciendo y publicando un plan basado en un libro blanco que revela todos los detalles clave de la empresa. Entre ellos, las necesidades que esta operación cubrirá cuando esté en marcha, el porcentaje que se quedarán los pioneros del nuevo proyecto de moneda virtual, los tipos de financiación permitidos, la cantidad de dinero necesaria para que la empresa sea un éxito y el tiempo que durará la campaña.
En esta campaña, los inversores y apoyos de la nueva iniciativa comprarán parte de las monedas alternativas de la nueva empresa con dinero real o virtual. Estas monedas alternativas se denominarán tokens. Funcionan de forma muy parecida a las acciones que las empresas venden a sus inversores durante una oferta pública inicial.
En los casos en los que los fondos recaudados no sean suficientes para llevar a cabo los requisitos del proyecto, tal y como establece la empresa en el plan del libro blanco, las sumas invertidas se devolverán a los inversores, ya que la ICO se convierte en un fracaso. Sin embargo, en aquellos casos en los que el objetivo de financiación se alcance dentro del plazo establecido, el dinero se utilizará para financiar la nueva empresa (o para terminarla en otros casos).
Naturalmente, los inversores iniciales tienen su propia motivación en la compra de dichas criptomonedas en el proyecto. Esto se debe a que creen que la operación será un éxito tras su lanzamiento. Esto llevaría a una ganancia potencialmente masiva en el valor de sus tokens.
Una ICO de gran éxito resultó ser la plataforma para la introducción de contratos inteligentes en el mundo, conocida como Ethereum. Sus fichas monetarias se denominan Ether. El proyecto Ethereum surgió en 2014. La ICO obtuvo 18 millones de dólares en Bitcoins para la realización del proyecto. Esto supuso que los tokens Ether costaran cuarenta céntimos cada uno. Tras el lanzamiento en vivo de Ethereum en 2015 y el creciente éxito en 2016, el Ether se disparó a más de 14 dólares. En 2017, incluso ha superado los 400 dólares cada uno en un momento dado. Los primeros inversores que aguantaron hasta los 400 dólares obtuvieron ganancias de un asombroso 1.000% en menos de cinco años.
Es cierto que muchas ICO salen adelante con éxito. Estas Ofertas Iniciales de Monedas son, de hecho, medios altamente disruptivos e innovadores de recaudación de fondos. Sin embargo, no son, ni mucho menos, un rival serio de las acciones tradicionales.
Muchas campañas de ICO se han considerado un fraude. Sin la regulación imperativa que proporciona la Comisión de Valores de la Bolsa de Valores, es probable que su volumen siga siendo una pequeña fracción de lo que se hace en las OPI en las bolsas tradicionales, al menos en el futuro previsible.
Las ICOs han sufrido una oposición oficial nacional que también las ha obstaculizado. El Banco Popular de China prohibió por completo todas las ICO en septiembre de 2017. Las declaró inestables desde el punto de vista financiero y perjudiciales para una economía ordenada. Se prohibió a los bancos prestar cualquier servicio que tuviera que ver con las ICO. Al mismo tiempo, ya no se permitía utilizar estos nuevos tokens como moneda en los mercados chinos. Esto hizo que los entusiastas de Bitcoin y Ether se dieran cuenta de que la regulación de las criptodivisas está en las cartas del futuro. Esto aplastó temporalmente los precios de las dos principales monedas alternativas, ya que los inversores se dieron cuenta del grave revés que representa.
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