El igualitarismo se refiere a una filosofía que cree en algún tipo de igualdad. La idea principal es que todos los individuos deben ser considerados y tratados como iguales, al menos en lo que respecta a la igualdad política, religiosa, social, económica o cultural. Los principios del igualitarismo sostienen que todos los seres humanos tienen el mismo valor moral o valor básico.
Puede utilizarse como una filosofía política que afirma que todo el mundo debe ser tratado como un igual, con los mismos derechos económicos, políticos, civiles y sociales. También puede ser una filosofía social que aboga por la descentralización del poder y la eliminación de las barreras económicas entre las personas. Algunos individuos creen que este igualitarismo es la forma natural de la sociedad.
El igualitarismo se ocupa de los estudios relativos a la desigualdad social. Las sociedades desiguales provocan muchos de los grandes problemas sociales del mundo. Entre ellos, la mortalidad infantil, los homicidios, los embarazos de adolescentes, la obesidad, las tasas de encarcelamiento y la depresión. Un tipo de estudio exhaustivo que se realizó sobre las principales economías del mundo mostró que existe una fuerte conexión entre todos estos retos de la sociedad y los problemas de desigualdad social.
El igualitarismo existe en numerosas formas diferentes. La base más típica que lo sustenta es la de los antecedentes políticos, religiosos o filosóficos. Los precedentes políticos del igualitarismo se remontan al Siglo de las Luces en el año 1700. En esa época, los fundadores de los gobiernos modernos se refirieron a los principios igualitarios de la moral que vivían, como el concepto americano de ciertos derechos inalienables que les había otorgado su Creador. Éstos se incorporaron al marco moderno de países como Estados Unidos y Francia.
El igualitarismo religioso está muy arraigado en el cristianismo. Esta visión cristiana del mundo igualitario afirma que la Biblia es la base de la igualdad común de hombres y mujeres, así como de todo grupo económico, racial, étnico y de edad. Esto proviene del ejemplo y las enseñanzas de Jesucristo, así como de otras lecciones enseñadas a lo largo de la Biblia.
En la filosofía, las ideas igualitarias han crecido en sustancia y práctica durante los últimos doscientos años. De esta filosofía general han surgido varias subfilosofías, como el comunismo, el socialismo, el progresismo y el anarquismo. Cada uno de estos conceptos favorecía versiones políticas, económicas y legales del igualitarismo.
Algunas de estas filosofías igualitarias han obtenido un importante y amplio apoyo tanto de la población en general como de los intelectuales en numerosos países. Sin embargo, esto no significa que estas ideas se pongan en práctica de forma universal. Por otro lado, la democracia implica muchas ideas de igualitarismo, al menos en la esfera política. La democracia representativa resulta ser la máxima realización de dicho igualitarismo político. Los críticos de esta idea afirman que, aunque los votos se repartan sobre la base de un voto por persona, el poder real sigue recayendo en la clase dirigente y no en la gente común.
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