Es un mercado secundario de la renta variable española que se caracteriza por estar integrado por empresas de reciente creación y que tienen un nivel de capitalización muy bajo. Donde estas compañías pueden obtener mayores recursos para seguir creciendo y generalmente pertenecen a sectores emergentes de la economía. Como por ejemplo, telecomunicaciones, hardware o biotecnología, entre algunos de los más relevantes. De la misma forma que ofrece una menor liquidez a los inversores.
Se trata de un índice bursátil menos conocido por parte de los operadores y cuyos movimientos ofrecen mayores peligros en las estrategias de los inversores. Esto es debido a la volatilidad extrema que muestran sus valores, con unas diferencias muy notables entre sus precios máximos y mínimos. Hasta el punto de que es más fácil rentabilizar los ahorros en una sola sesión de bolsa, pero con el riesgo de quedar enganchados. Aunque por la misma razón, existen grandes posibilidades de que las pérdidas sean más elevadas que en otros mercados financieros de primer orden.
No obstante, el Mercado Alternativo Bursátil ofrece la oportunidad a que las compañías que cotizan se visibilicen ante los agentes económicos. Con la opción de que puedan ir financiándose hasta conseguir sus objetivos empresariales. Debido a que se trata de líneas de negocio que están en fase de consolidación. Donde los beneficios que obtienen todos los años se constituyen en un hecho bastante anómalo en las mismas y por tanto en ningún caso recurre a los dividendos para gratificar a sus accionistas. Como sucede con las empresas cotizadas en el Ibex 35.
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