Un strangle (estrangulamiento) es una estrategia de opciones en la que el inversor mantiene una posición en una opción de compra y otra de venta con diferentes precios de ejercicio, pero con la misma fecha de vencimiento y el mismo activo subyacente. Un strangle es una buena estrategia si cree que el valor subyacente experimentará un gran movimiento de precios en un futuro próximo, pero no está seguro de la dirección. Sin embargo, es rentable sobre todo si el activo experimenta una fuerte oscilación de precios.
Un strangle es similar a un straddle pero utiliza opciones a diferentes precios de ejercicio, mientras que un straddle utiliza una opción de compra y una de venta al mismo precio de ejercicio.
Los estrangulamientos tienen dos formas:
En un estrangulamiento largo -la estrategia más común- el inversor compra simultáneamente una opción de compra fuera del dinero y una opción de venta fuera del dinero. El precio de ejercicio de la opción de compra es superior al precio de mercado actual del activo subyacente, mientras que la opción de venta tiene un precio de ejercicio inferior al precio de mercado del activo. Esta estrategia tiene un gran potencial de beneficios, ya que la opción de compra tiene una subida teóricamente ilimitada si el activo subyacente sube de precio, mientras que la opción de venta puede beneficiarse si el activo subyacente baja. El riesgo de la operación se limita a la prima pagada por las dos opciones.
Un inversor que realiza un estrangulamiento en corto vende simultáneamente una opción de venta fuera del dinero y una opción de compra fuera del dinero. Este enfoque es una estrategia neutral con un potencial de beneficios limitado. Un estrangulamiento corto se beneficia cuando el precio de la acción subyacente cotiza en un rango estrecho entre los puntos de equilibrio. El beneficio máximo es equivalente a la prima neta recibida por la suscripción de las dos opciones, menos los costes de negociación.
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