Un tipo variable se refiere a un tipo de interés que no es fijo y que cambia en el tiempo. Suele hacer referencia a los intereses aplicados principalmente en las hipotecas (también puede ser en los depósitos) y suele estar referenciado a algún valor oficial, en España el más habitual es el Euribor a 12 meses y durante muchos años tambuén el IRPF.
El tipo de interés a pagar se actualiza según lo pactado en el contrato y lo más habitual es cada seis o doce meses, en el caso del Euribor el último publicado por el Banco de España.
Cada vez que se actualiza el tipo de interés, el importe de la cuota mensual de la hipoteca varía, si el índice de referencia sube lo hace también la cuota a pagar (y al contrario si baja).
Para terminar las hipotecas referenciadas a un tipo de interés variable son las conocidas como hipotecas variables aunque también están las hipotecas mixtas que durante un periodo de tiempo son fijas y después pasan a ser variables.