La hipoteca es una carga económica que te acompañará durante media vida y conviene estar muy informado sobre este producto financiero bastante complejo. Aquí tienes una guía de hipotecas con las respuestas a las preguntas más comunes.
El gobernador del Banco de Francia y miembro del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE), François Villeroy de Galhau, ha dejado entrever un posible cambio de rumbo en la política monetaria de la eurozona. Durante un discurso citado por Bloomberg, Villeroy aseguró que el BCE no tendría razones para mantener una política restrictiva si la inflación se estabiliza en torno al objetivo del 2% y el crecimiento económico europeo sigue mostrando signos de debilidad.
“No habrá razones, en mi opinión, para que nuestra política siga siendo restrictiva”, declaró Villeroy, apuntando a la posibilidad de adoptar tipos de interés más bajos que impulsen el crecimiento económico. Estas declaraciones llegan en un momento crítico, ya que el BCE celebrará una reunión clave el próximo 12 de diciembre, en la que se esperan anuncios sobre ajustes en el precio del dinero.
Un recorte de tipos, casi garantizado
El economista francés fue claro al anticipar un recorte en la tasa de referencia en diciembre, aunque señaló que la magnitud y velocidad de futuras reducciones dependerán de los datos económicos entrantes y las proyecciones actualizadas. “La opcionalidad debe permanecer abierta sobre el tamaño del recorte dependiendo de los datos”,explicó, subrayando la necesidad de mantener flexibilidad en las decisiones futuras.
Este giro hacia una política más flexible podría estar motivado por la persistente debilidad del crecimiento en la eurozona. Según Villeroy, un tono de flexibilización podría ser adecuado si la inflación muestra signos de caer por debajo del objetivo, lo que afectaría negativamente a la economía. Además, destacó que existe un “espacio considerable” para recortar los tipos sin poner en riesgo la actividad económica.
Un enfoque más sutil y adaptado al contexto actual
En cuanto a la comunicación del BCE, Villeroy abogó por una postura más estratégica. Con la inflación acercándose a niveles considerados “normales”, sugirió adoptar una narrativa más sutil que ofrezca indicios sobre las futuras decisiones del banco central, evitando mensajes demasiado rígidos o alarmantes.
Asimismo, destacó la importancia de refinar las herramientas “no convencionales”, como las compras de activos, que se utilizaron ampliamente durante periodos de inflación baja. Sin embargo, advirtió que el uso de tipos negativos debería reservarse únicamente para “circunstancias excepcionales”, dado su impacto potencialmente adverso en los ahorros y la estabilidad bancaria.
Un cambio esperado por los mercados
Las palabras de Villeroy parecen alinearse con la expectativa de los mercados, que llevan semanas especulando sobre un giro hacia una política más acomodaticia en la eurozona. Este enfoque contrasta con el endurecimiento monetario que ha predominado en los últimos años, impulsado por la necesidad de contener la inflación desbordada tras la pandemia y el conflicto en Ucrania.
La posible relajación monetaria podría dar un respiro tanto a empresas como a consumidores en un contexto de desaceleración económica, aunque algunos analistas advierten que el BCE deberá actuar con cautela para evitar riesgos de sobrecalentamiento o inestabilidad financiera a largo plazo.