Aunque aún faltan dos meses esta larguísima campaña electoral, que además se prolongará un mes más después de las generales por la –para mí- absurda decisión de no juntar las generales con las locales y europeas, ocupa la actualidad del país. Y no es que no estemos acostumbrados los últimos años a ir a votar, es que estas elecciones parecen diferentes a las anteriores. La irrupción de Vox, fruto de la descomposición del PP tras haber defraudado Rajoy al ala más derechista de su partido, ha cambiado todo. Qué diferente hubiera sido todo si Sánchez hubiera convocado las generales en diciembre en lugar de haberlo hecho Díaz en Andalucía. Por de pronto ha vuelto locos a los que hacen encuestas. El mundo demoscópico se está viendo incapaz de asignar escaños a la intención de voto en un contexto con 5 formaciones obteniendo decenas de diputados con muchas circunscripciones que en muchos casos tienen menos de 5 escaños para repartir. Este “resultado abierto” esperemos motive la movilización y se vote más.
Ahora Casado intenta ser más derechista y polémico que Abascal para frenarlo a la vez que promete que hará lo que su partido no hizo ni con mayoría absoluta, Rivera quiere gobernar pero su estrategia de pactar con PP y PSOE indistintamente tras las locales de Mayo para insistir en su imagen centrista le ha fallado por el adelanto electoral y ahora parece más derechista de lo que lo era hace un año cuando en algunas encuestas salía como primera fuerza. Y mientras, Vox se disputa con el PP el electorado conservador y con UP el indignado aunque su mayor rival será la ley electoral que perjudica mucho a quien no es el más votado en casi ninguna circunscripción (problema que también tienen UP y Cs). El PSOE intenta vender como éxito sus 9 meses de gobierno pero aunque mejore sus resultados de 2016 no parece que vaya a ser suficiente ni siquiera para repetir la mayoría de la moción de censura, e incluso si lo fuera volvería a toparse con el muro de los independentistas que quieren algo que un partido constitucionalista no puede darles. UP ha decepcionado a muchos de sus votantes que son los que van a permitir al PSOE mejorar sus dos últimos resultados y tiene por delante una campaña difícil ya que lo más probable es que deje de ser el tercero más votado, y lo mismo –dependiendo del éxito o no de Vox- hasta pueda irse al quinto si excluimos las “confluencias” que, como ya se ha podido ver en Madrid, no están tan bien avenidas con la marca principal.
Preveo una campaña fea de todos contra todos, de pocas propuestas realistas y muchas falsas promesa; las que de momento más me han llamado la atención son la del PSOE de conseguir tropecientos mil puestos de trabajo contra el cambio climático y la del PP de bajar todos los impuestos aunque la que más me molesta –porque ya no se puede alegar desconocimiento, es una mentira consciente, populismo en estado puro que muchos siguen pregonando por las redes- es la de UP de “recuperar” los 60 mil millones del “rescate bancario”, mentira varias veces desmontada aquí con datos: ni fueron 60 mil, ni se gastó en bancos sino en sanear cajas de ahorros de responsabilidad pública (por eso se nacionalizaron: ayuntamientos, diputaciones y autonomías también son estado y no tenían capacidad ni de reflotarlas ni de asumir su quiebra) que luego fueron vendidas al mejor postor en subasta pública, excepto Bankia que aún queda pendiente. Basta con recurrir a las cifras ofrecidas por Banco de España acerca del coste del saneamiento de las cajas de ahorros (y bancos que eran propiedad de ellas) intervenidas por el estado: 42.621 millones de dinero público y 22.332 proporcionados por el propio sector financiero. Es decir, los bancos fueron ayudados por normativas legales, arreglos fiscales y con la creación de la Sareb pero no sólo no deben nada por el rescate de las cajas, es que contribuyeron a él.
También habrá muchas quimeras sobre pactos post-electorales y es que todo es posible en la política española, incluso que los grandes partidos tengan sentido de estado. No olvidemos que no hace tanto el PSOE hizo presidente a Rajoy para evitar unas terceras elecciones en menos de un año y que el PP pedía ese gesto porque era el más votado, ¿Quién dice que no pueda pasar lo mismo en sentido inverso? Sí, ahora mismo parece muy complicado pero el gran escollo es Sánchez, no el PSOE y si tras el 28 de abril el PSOE no tiene opciones de repetir la alianza que le ha mantenido en el poder estos meses, Sánchez podría dimitir (yo al menos no le veo de nuevo de jefe de la oposición) y eso abriría muchas posibilidades a acuerdos que excluyeran a Podemos, Vox… y los nacionalistas e independentistas. Todo lo que sea que se pongan de acuerdo los partidos de ámbito estatal en lugar de ir comprando con dinero de los PGE el apoyo de los nacionalistas periféricos sería positivo. Se habla de un pacto PSOE+Cs si sumaran y sí, eso sería lo más fácil porque es más sencillo poner de acuerdo a dos partidos que a tres o cuatro pero si Cs respeta su decisión de no pactar con el PSOE lo mismo tendremos elecciones en otoño otra vez. Por desgracia creo que nuestra clase política aún no entiende que el fin del bipartidismo y de las mayorías absolutas supone pactar y por tanto ceder.
Un gran pacto de estado cotizaría al alza en el Ibex aunque como mínimo hablamos de Junio (mes en el que se supone también se sabrá qué decide Europa respecto al IRPH), mejor quedarnos con la actualidad si hablamos de los mercados y ahora el foco está en la reunión del BCE del próximo jueves. Se descuenta que habrá nuevas medidas de liquidez para la banca, algo que sería muy positivo, a lo que sumar las primeras declaraciones de Corbyn –líder laborista inglés- a favor de un segundo referéndum para el Bréxit. El caso es que estos días se han visto nuevos máximos de 2019 globales alentados de nuevo por Wall Street que, dependiendo de la sesión de hoy, podría conseguir que su índice Dow Jones marcara 10 semanas consecutivas de subidas, algo que no ha ocurrido en 24 años. A pesar de que hay sombras geopolíticas como la aparentemente poco fructífera reunión entre Trump y Kim Jong-un y sobre todo las tensiones indopakistaníes -¿primer cisne negro del año?-, Febrero ha resultado otro mes alcista para las bolsas y 2019 está sorprendiendo a todos los agoreros de hace apenas dos meses. Eso sí, el Ibex sigue quedándose atrás por culpa del mediocre comportamiento del sector financiero y para explicarlo visualmente traigo este gráfico del economista Nicolás López Medina donde se pude apreciar que el comportamiento medio de los valores no bancarios es bastante mejor que lo que reflejan los índices:
Links.-
- Productividad y reparto
- La dialéctica de la política global de comercio by Mohamed A. El-Erian
- Esta vez es realmente diferente by Christopher Smart
- El mundo perdido del Brexit by Ngaire Woods
- Las empresas y la biodiversidad by Robert Watson
- ¿Alemania permitirá una seguridad europea conjunta? by Joschka Fischer
- ¿Capitulará Estados Unidos ante China? by Martin Feldstein
- Los mitos de la migración vs. los datos económicos by Mahmoud Mohieldin & Dilip Ratha
- Situación Comunitat Valenciana. Primer semestre 2019 – BBVA Research
- Productividad y reparto (y 2)