Si hubiese invertido 100€ la primera vez que hablé del Bitcoin en este blog ahora mismo tendría cerca de 4 millones de euros. Lo he pensado varias veces pero conociéndome sé que habría vendido todo cuando mi inversión hubiese alcanzado los 200€. Pero tampoco me rompo mucho la cabeza porque nunca he invertido en bitcoins ni creo que lo haga. A cambio, me lo gasto en cenas.
El otro día en Xataka escribieron un interesante artículo titulado “Por qué no voy a invertir en bitcoin ni en criptomonedas” en las que su autor nos daba varias razones que comparto. Entre ellas rescato las que hacen referencia a las malas prácticas que acumulan los intermediarios.
- wash trades — operaciones de un operador consigo mismo para crear volumen e influir en el precio, como se ha denunciado en Bitfinex.
- spoofing — ordenes de compra o venta enormes para simular un momento de optimismo o pesimismo que se cancelan según vaya afectando al precio. Esta práctica se ha denunciado en Coinbase y otros.
- painting the tape — como wash trades pero con múltiples participantes. Mark Karpelès reconoció ante un juez que usaba esta técnica en el exchange Mt. Gox.
- front-running — donde un operador es capaz de colar su orden antes que la de los clientes en momentos propicios.