Vivimos en la era de la liquidez un gran experimento jamás llevado a cabo de tal manera, los Bancos Centrales están interviniendo la
s economías creando papel de la nada para comprar determinados activos como puedan ser deuda pública o mortgage-back securities (MBS), que consecuentemente repercute en un aumento exponencial de sus respectivos balances. Sin ir más lejos, la Reserva Federal, el Banco Central de Estados Unidos, tiene en la actualidad un balance valorado cerca a los 4,5 billones de dólares, exactamente es de 4.463.000.000.000 dólares, no está nada mal la cifra, sólo hay un pequeño problema… y es que sólo posee 56.000 millones de dólares en capital, lo que supone una capitalización del 1,2%, esto sólo tiene un nombre “salvajada económica”.
Sobre los programas de flexibilización cuantitativa…
Los programas de flexibilización cuantitativa conocidos comúnmente por sus siglas en inglés QE (Quantitative easing), consisten en la compra periódica de activos por parte del Banco Central inyectando liquidez en el sistema económico y agrandando los balances de la autoridad monetaria. Estos programas de estímulos los llamaron en su día extraordinarios pero ahora forman parte del día a día de la prensa de color salmón. Muy pocos son los que comentan la inflación financiera que esto genera, porque la bolsa sube con dinero artificial pero si sube hay que estar contentos ¿no?
También hay que valorar el efecto en las materias primas, si una materia prima cotiza con tu divisa e imprimes dinero ¿Qué sucederá en el precio del activo? Obviamente si la cantidad de dinero es mayor el precio de la commodity en cuestión subirá, a esto se le llama exportar inflación, generalmente tienen una sensibilidad el crudo y el oro que funcionan como activos refugio, pero las materias primas alimentarias sufren aún una mayor sensibilidad.
En los mercados de renta fija, la rentabilidad de los bonos cae por los suelos, con rentabilidades reales negativas. Ante esta expectativa, lo que en realidad se está promoviendo es que los inversores vayan en busca del riesgo o dicho de otro modo, como la deuda soberana actual no genera un retorno sólido, la política monetaria expansiva incentiva el riesgo, aunque los fundamentales del activo sean menos sólidos.
Suelen justificar las QE como instrumento para mantener los precios elevados y contribuir al “efecto riqueza”, que propicia el aumento del consumo pero excluyendo, cómo no, el fanatismo de la deuda. La deuda funciona muy bien en el corto plazo, los ciudadanos apenas se enteran de las emisiones, obtienes financiación, puedes mejorar el PIB de tu país, si no hubiera que pagarla sería el paraíso.
Dicen ser políticas Keynesianas… pero no es así Jonh Maynard Keynes recomendaba que en épocas de bonanza económica se aplicara la austeridad cómo elemento contraciclico de las etapas expansivas de la economía, por contra en etapas recesivas de la economía invitaba a la bajada de impuestos para aumentar la renta disponible y que florezca la demanda interna que repercuta directamente en el aumento del PIB. Pero claro, la tentación de tener la “máquinita de imprimir” al lado, para crear dinero de mentira y con ello comprar la deuda que financiará el gasto público es muy grande. De hecho, los Estados Unidos viven permanentemente en un bucle continuo de subir los techos de deuda. Y no me cansaré de recordar que las deudas de hoy serán los impuestos del mañana.
El discurso que hay encima de la mesa de los Bancos Centrales es el siguiente: La deuda pública no supone un quebradero de cabeza porque podemos bajar aún más los tipos de interés (precio del dinero), y somos la autoridad monetaria, podemos imprimir moneda. Además con la emisión de deuda pública se financia el gasto público que contribuye a la actividad económica y genera empleo. Es interesante como lo justifican todo cómo políticas sociales aunque de sociales no tienen un pelo… porque al imprimir devalúan la moneda lo que se termina generando es inflación, una manera de subir impuestos sin subir los tipos de gravamen del conjunto de la sociedad por la pérdida del valor del medio de pago. Muy social todo…