En todos los sitios se cuecen habas, o al menos, eso dice el refrán. En nuestra casa, cada uno tenemos nuestros problemas, pero al menos es nuestra familia y los solucionamos como podemos, ¡para eso hay confianza! Otra cosa bien distinta es el lugar de trabajo, allí nos podemos encontrar de todo: desde compañeros que están siempre dispuestos a ayudarte, con los que puedes tener una charla agradable y hacen que tu día en el trabajo sea más ameno , hasta esos compañeros que son odiosos, vagos, trepas, manipuladores….Esos que hacen que el ambiente sea entre malo y muy malo. Genera estrés y ansiedad, pudiendo llegar incluso a afectar a tu vida personal: falta de sueño, irritabilidad…¡NO permitas que pase esto!
Bajo mi punto de vista tienes dos opciones: la primera buscar otro trabajo y la segunda, evitar que todo esto te afecte y es más, si puedes ayudar a que las cosas mejoren, mejor que mejor. ¿Cómo?
- Aléjate de la gente negativa que siempre está quejándose o criticando, estarás más tranquilo. Esos “vampiros emocionales” son capaces de absorber toda tu energía. Si pasas mucho rato con ellos, te dejarán sin fuerzas.
- Si el problema es un compañero conflictivo y ya no puedes más, propón a tu jefe un cambio de departamento para él o para ti.
- Haz bien tu trabajo. Si te dedicas a hacer tu trabajo y a hacerlo bien, te sentirás muy bien contigo mismo.
- Mantente ocupado. No hay nada peor que hacer que haces. Los días se te harán interminables y entrarás en una rutina de la que después te costará salir. Ya que tienes que ir a trabajar, trabaja. Se te pasará más rápido el tiempo, será más ameno y de verdad que te sentirás mejor contigo mismo.