El otro día me hice unos análisis de sangre ya que llevaba 5 años sin hacerme un chequeo y la sorpresa (agradable) fue mayúscula al ver que no había ningún asterisco en los resultados, más teniendo en cuenta que me los habían hecho a traición después de las navidades. Hasta ahí es todo lo que sé sobre loas análisis de sangre, que los asteriscos son malos.
En economía muchas veces nos ocurre lo mismo, vemos muchos nombres y valores y no los entendemos, sólo nos preocupamos de ellos cuando tienen “asteriscos” que es cuando los medios hablan de ellos. Los que sigáis a Droblo, bien sea aquí, en su web o en Twitter os daréis cuenta de que casi todos los días nos habla de los CDS de algún país o empresa, que en el fondo es uno de esos valores que debemos conocer, como el colesterol o el azucar.
Las permutas de riesgo de crédito (CDS, en sus siglas en inglés) son el tipo de derivados crediticios más extendido y una potente fuerza en los mercados mundiales. El primer contrato de CDS fue introducido por JP Morgan en 1997, y en 2012 el valor del mercado se estimaba en unos 24,5 billones (millones de millones) de dólares. En marzo del mismo año, Grecia se enfrentó a la mayor quiebra soberana que los mercados internacionales hayan presenciado hasta el momento, que tuvo como consecuencia un desembolso aproximado de 2,6 mil millones de dólares de las CDS a sus titulares.