Aunque suena muy exótico y lejano, Croacia está más cerca de lo que nos pensamos. Más próximo que Grecia o Chipre, la distancia entre Madrid y Berlín es similar a la que hay entre Madrid y Zagreb. Además, Croacia está a muy pocos kilómetros de Italia y, al igual que Letonia, el próximo 1 de enero se supone que adoptará el €. Este pequeño país ha sido noticia estos días porque el 1 de Julio se convirtió en el país número 28 de la UE gracias al 66% de los croatas que votaron a favor en el referéndum de hace año y medio y tras 10 años de negociaciones. Es un país muy joven, su historia se puede resumir en un párrafo:
Tras la disolución del Imperio Austrohúngaro acabada la I Guerra Mundial, la idea de crear una nación propia croata empezó a popularizarse. Croacia consiguió una efímera independencia teórica (pero bajo la supervisión nazi) en la II Guerra Mundial pero acabó al finalizar ésta. Croacia formó parte de la República Federal Socialista de Yugoslavia en1945, la cual era dirigida por el Partido Comunista bajo la tutela de Tito. Tito, siendo de padre croata y madre eslovena, adoptó una cuidadosa política para manejar las conflictivas ambiciones nacionales de los serbios y croatas. Yugoslavia aglutinaba seis repúblicas: Croacia, Eslovenia, Bosnia-Hercegovina, Serbia, Montenegro y Macedonia, dos alfabetos: latino y cirílico, tres religiones: católica, ortodoxa y musulmana. Pero la superioridad numérica de los serbios hizo que llevaran un peso mayor en la vida diaria del país, en todos sus estamentos. En 1980, después de la muerte de Tito, las dificultades políticas, étnicas y económicas comenzaron y el gobierno federal comenzó a desmoronarse. Croacia, como nación, siguió durante todos estos años intentando conseguir un estatus político que no llegaba y que, unido a la falta de identidad reprimida por el Estado Central, provocaron que a principios de los años 90 estallara el conflicto En el referéndum del 19 de mayo de 1991, el 90% de los votantes se pronunciaron a favor de un estado independiente que llevó a la declaración unilateral de independencia el 25 de junio de 1991, reconocida unos meses más tarde por la Comunidad Internacional. Este reconocimiento no frenó la guerra, que arrastró a Eslovenia, Croacia, Bosnia y, posteriormente, a Kosovo a años de enfrentamientos contra Serbia. En 1995 el ejército croata recuperó los territorios ocupados y dio por terminada la guerra tras 4 años.
Es un gran paso y muy positivo para una nación que hace 20 años estaba inmersa en una guerra civil el ingreso en un área económica tan importante como la Unión Europea. De hecho, aún hay mucho rencor hacia serbios y montenegrinos y se pueden ver placas en sitios bombardeados por éstos si bien el ambiente pacífico llevó a que se aboliera la “mili” obligatoria ya en 2008. Como podemos ver en este cuadro es un país pobre con un alto paro (y unas previsiones muy optimistas fiadas al ingreso en la UE, más datos aquí y aquí)