Estos días hemos visto cómo los presidentes autonómicos no se ponían de acuerdo sobre el objetivo de déficit que le correspondía a cada uno. Los que cumplieron el año pasado no quieren verse perjudicados en la comparación con los que incumplieron pero éstos argumentan que necesitan más margen precisamente para no volver a fallar en el objetivo. En muchos casos los presidentes pertenecen al mismo partido y todos al mismo estado desde hace más de medio milenio y sin embargo no se ponen de acuerdo porque cada uno defiende lo suyo. Y creo que los votantes estarían de acuerdo, si se hiciera un referéndum en Catalunya, Valencia, Murcia, Andalucía o Baleares saldría que sí, que ellas merecen más margen en su déficit pero si se hiciera en el resto dirían que es injusto que algunas tengan un privilegio que no tienen las demás que sí cumplieron en 2012. ¿Quién tiene razón? No me compete a mi decirlo pero creo es el ejemplo más claro de lo difícil que puede resultar llegar a un acuerdo dentro de la joven €zona donde los desequilibrios son mucho mayores y los países son diferentes.
Y debemos ser objetivos y darnos cuenta que si en cada autonomía se defiende lo propio, es absurdo pretender que en la €zona no pase. Por eso cuando algunos dicen que la solución a la crisis en España está en los eurobonos o en que Alemania cambie su política puede que tengan –parte de- razón pero es ingenuo pensar que Finlandia va a ligar su solvencia AAA a la de un casi bono basura o que Alemania va a arriesgarse a aumentar su desempleo para reducir el nuestro. Y puede que lo haga alguna vez pero será porque le interesa para sus propios intereses como cuando ha prestado generosamente dinero en cada uno de los rescates para salvaguardar a su banca y a potenciales consumidores de sus exportaciones pero desde luego no lo va a hacer por nosotros, del mismo modo que en su lugar tampoco lo haríamos por ellos. Por otra parte, es muy fácil echar balones fuera y buscar soluciones en lo que deberían hacer otros países por nosotros cuando hay tanto por hacer en España.
Pasando a los mercados, en los principales índices bursátiles hemos pasado de una “subida libre” a tener una resistencia clara: los máximos históricos marcados minutos después del discurso de Bernanke hace 2 miércoles en el S&P500 y el Dax alemán. Tras corregir violentamente la sobrecompra desde este lunes parecía que volvían a coger fuerza para intentar la aventura alcista pero de momento nos hemos quedado en un lateral poco definitorio si bien siempre es una ventaja saber donde están exactamente las resistencias (que en el Ibex –por cierto, más fuerte que el Dax hasta que ayer se conoció la nueva bajada del PIB acompañada de la sorpresiva subida del IPC en España- son los máximos anuales de enero) ya que si se baten volvemos a la subida libre y si no, es muy posible que las bajadas se aceleren. En todo este panorama “técnico” hay un factor “fundamental” claro que es la actitud que se le presupone a la FED de retirar o no sus programas de estímulo dejando claro una vez más que son los bancos centrales los principales protagonistas de los mercados financieros desde hace años por encima incluso de los datos macro.
Uno de los bancos centrales que más ha “actuado” últimamente en esta “película” ha sido el de Japón que hace unos meses decidió copiar los estímulos de la FED con más ímpetu aún, destinando nuevo dinero a comprar no sólo deuda, también fondos inmobiliarios y bolsa. Con el apoyo del nuevo gobierno –por cierto, conservador, demostrando que lo de promover gasto público y expansión monetaria no es un tema ideológico- al que no le preocupa que Japón sea el país más endeudado del mundo ni tener un alto déficit presupuestario, iniciaron un proceso que ha debilitado fuertemente al yen favoreciendo a las grandes exportadoras niponas y ha disparado al Nikkei pero algo no está funcionando: la rentabilidad de la deuda. Como podemos ver en este gráfico del bono a 10 años, en un principio sí que bajó a mínimos históricos pero últimamente está empeorando a mucha velocidad lo que está haciendo retroceder a la bolsa:
¿Por qué? Parece que las razones son dos: por un lado los inversores extranjeros en deuda japonesa han deshecho posiciones porque no estaban allí por la rentabilidad (que como vemos es insignificante) sino por la fortaleza del yen que ha desaparecido: así pues no es interesante comprar un activo poco rentable en una moneda que se devalúa. Y por otro, que el gobierno no se cansa de repetir que quiere inflación y que la va a conseguir y claro, a más inflación, menos rentabilidad real ofrece la renta fija por lo que es un motivo para venderla y para no querer comprar más a los niveles actuales. Es el problema de intentar copiar un modelo que a la primera economía del mundo le ha funcionado –de momento- pero que no tiene por qué hacerlo en Japón que puede sufrir mucho si la colocación de su enorme deuda pública empieza a encarecerse notablemente y a contagiar esa tendencia al resto de grandes economías donde también están repuntando las rentabilidades por el miedo a un fin de la QE. De hecho, esto es tan peligroso que hay quien cree que la actual fase correctiva de las bolsas viene más por el este que por el oeste ya que mucha de la euforia en los mercados existente en 2013 procedía del “experimento nipón” o “Abenomics”. ¡Como si no tuviéramos bastantes factores ya a tener en cuenta!
Algunos links.
- De todo esto venimos y de todo esto salimos
- Repunte de la rentabilidad de la deuda USA: ¿Descuenta fin de la QE o más inflación?
- Cambios en el alquiler
- “Cualquier estrategia realista para atender a la crisis de la zona del euro debe implicar enormes quitas a las deudas de los países periféricos”
- Cambios en la indexación de las pensiones
- ¿Cómo aumentar la financiación de las pymes?
- Europa, escenario de un choque generacional by Gene Frieda
- Los Bonos Basura viven su época dorada
- Las emisiones de deuda corporativa marcan récord en todo el mundo
- Informe de ACF sobre “Small & Mid Caps” España