Las probabilidades de acertar la lotería (americana) son de una entre 14 millones. Las probabilidades de que un hombre de edad media muera durante el próximo año por cualquier causa son de una entre mil. Se puede calcular que también hay una probabilidad entre 9 millones de que muera en un periodo de una hora concreta durante ese año. De ahí sale un dato comparativo muy curioso: si haces una apuesta de lotería incluso tan solo una hora antes del sorteo, es más probable que mueras a que vivas para poder ver que te ha tocado el premio.
Esto comentaban hace años en Microsiervos…
Y aún así seguimos jugando a la lotería. Yo no, sólo lo hago a la de navidad por presión social, pero reconozco que tengo mi parte ludópata y muy de vez en cuando juego algo en bolsa. Y si no escribo de bolsa en el blog es por dos razones, por un lado porque el que sabe de esto es Droblo y por otra, porque la considero un juego en el que si bien el conocimiento ayuda (al igual que en las cartas), considero que el azar marca la diferencia (o el tener enormes cantidades que muevan el mercado).
Así que hoy me gustaría ver 4 grandes “sustos” bursátiles, cogidos al azar entre los muchos que recuerdo haber vivido como espectador o como ludópata y que me parecen muy interesante analizarlos a toro pasado con una pregunta en mente ¿los podía haber previsto un buen inversor o es cuestión de suerte?.