Temo el primer Viernes de cada mes, sé que de alguna manera tengo que referirme a los datos del paro, que más que datos son millones de dramas personales. Creo que en España somos muy solidarios y comprensivos con los problemas de los demás (de hecho somos el país con mayores donantes de órganos) y muchos nos sentimos mal a ver lo que ocurre, esto afecta a nuestro comportamiento y cómo no a nuestra economía, gastamos menos y no colaboramos en la recuperación. Sentimos que estamos en una absoluta depresión económica. Afortunadamente existe una ley psicológica que se emplea bastante en bolsa y es la ley del sentimiento contrario, básicamente nos dice que las situaciones extremas de optimismo o pesimismo suelen anunciar cambios de tendencia. La euforia desmedida lleva al pinchazo de la burbuja y a una posterior caída de precios, mientras que el excesivo pesimismo suele ser terreno abonado para que salte la chispa que provoque la recuperación.
Así que mientras esperamos con tristeza (pero en el fondo con esperanza) el cambio de tendencia, pasamos al habitual resumen de lo ocurrido en los blogs de empleo:
Como he dicho, los datos del paro son desalentadores, según los datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, en el que se publican los datos de los Servicios Públicos de Empleo correspondientes al mes de septiembre registran un aumento de 79.645 personas en relación con el mes anterior, lo que supone un incremento de un 1,72%. En total el paro registrado se ha situado en 4.705.279 personas. Además, en relación con esto, también se publican los datos relativos al gasto en prestaciones por desempleo, que ascendieron a 2.651,4 millones de euros el pasado mes de agosto, lo que representa un aumento del 7,9% respecto a igual mes de 2011.
De casi todo en esta vida se puede aprender una lección. En este caso es de la genial y exitosa serie Mad Men. A pesar de que la serie está basada en mediados de los 60, hay cosas que no cambian. Desde Mujer.info, nos dan 5 lecciones para tu trabajo aprendidas de Mad Men: Hacerse indispensable, ser profesional, apuntar alto, tener estilo y aprender a trabajar con personas del sexo opuesto.