Sé que a veces peco de ingenuo e inocente pero había llegado a soñar con que la gravedad de la actual crisis serviría al menos para que aprendiéramos la lección y no cometiéramos los mismos errores que nos han llevado a la situación actual, que intentaríamos hacer algo distinto esta vez. Por desgracia no es así y volvemos a la irracionalidad de alimentar burbujas como solución. Hagamos un poquito de historia resumida copiándome a mí mismo de un artículo de 2009 y solapando en negrita mis impresiones de hoy:
- El fuerte bajón de la liquidez producido por el desplome bursátil de la famosa “crisis de las .com” en el 2000 fue –tras el 11 de septiembre de 2001- combatido con bajadas de tipos a escala mundial (Greenspan ha quedado como el máximo responsable pero todos los bancos centrales lo hicieron).
Exactamente igual ahora - Una liquidez nueva, favorecida por unos tipos de interés baratos, provoca una fuerte inversión, sobre todo en el sector inmobiliario, y que llega incluso a las capas más bajas de la sociedad. Empieza en los EUA pero se extiende por todo el mundo (salvo raras excepciones como Alemania por ejemplo, debido a su proceso de re-unión entre la RFA y la RDA), y se ve impulsada en España por el fin de la peseta -y la necesidad de convertir el dinero negro en propiedades- y el auge del turismo residencial europeo.
Hoy el dinero para la banca está más barato que nunca porque los tipos de interés reales son negativos y eso está provocando máximos históricos en las bolsas y mínimos de rentabilidad de la deuda pública en los países más solventes pero últimamente esto está dando un giro más y están mejorando también los tipos a los que se financian países que incluso han sido rescatados como Portugal u otros sin ningún prestigio crediticio como Ruanda.
- Las inversiones inmobiliarias no son tan fáciles de mover como las acciones e inmovilizan el capital. La banca, que vive de mover dinero, empieza a titulizar hipotecas, es decir, juntarlas en un paquete, ponerlas un bonito nombre y una rentabilidad atractiva, ayudadas por unas agencias de rating que claramente miden mal el riesgo y la connivencia de los que deberían regular (bancos centrales y autoridades políticas), las venden por todo el mundo. Es decir, las hipotecas en los EUA, que sólo son respondidas por el activo inmobiliario y que son concedidas sin rigurosidad por la banca americana (y sobre todo por las agencias semigubernamentales Fannie Mae y Freddie Mac), entran en las carteras de la banca mundial.
Actualmente, los bonos basura, los peor calificados por las agencias y que son emitidos por empresas prácticamente quebradas (lo más parecido a una hipoteca subprime), están en mínimos históricos de rentabilidad.
- La bonanza económica –más condicionada por el efecto psicológico de la burbuja bursátil e inmobiliaria que por la realidad- y la baja rentabilidad de los tipos oficiales, aumenta la aversión por el riesgo, que claramente se minusvalora, y se complica la ingeniería financiera buscando más beneficio, con productos derivados dependientes cada vez más de más factores. Y una burbuja impulsa la otra…sube la bolsa, sube el oro, sube el crudo …y sobre todo se financian operaciones a largo plazo con deuda a corto plazo, convirtiéndose bancos y cajas de ahorros de medio mundo en creadores de dinero ficticio basado en valoraciones carísimas de los activos que poseían. Algo que por supuesto también le pasa a las familias, que creen que por tener una propiedad con un valor teórico elevado (y un trabajo fijo) pueden vivir como si ese valor fuera efectivo al instante. El gobierno de los EUA actuó del mismo modo, ignorando un altísimo déficit –que era superávit al final de la era Clinton- y gastando billones de $ en guerras cuya rentabilidad económica es –incluso hoy- nula.
A día de hoy, y aunque los bancos están volviendo a invertir irracionalmente aprovechando el dinero barato y los estados no paran de aumentar el volumen de su deuda estando algunos de ellos (como los EUA o España) con un grave desequilibrio presupuestario, las deudas de particulares y pymes sí se están reduciendo porque toda esa liquidez no les llega y su sensación de crisis persiste a pesar de la euforia en los mercados financieros. Esa es la gran diferencia.
- La crisis inmobiliaria empieza en los EUA en 2006 pero también se minusvalora y aunque en verano de 2007 ya hay un gran susto y se empieza a hacer famoso el término “subprime”, una bajada sorpresiva de tipos de la FED parece resolver el problema y por ejemplo el SP500 –la principal bolsa del mundo- marca máximos históricos en octubre de 2007. Pero como hay muy poca liquidez que sostenga los precios de los activos el movimiento por conseguir dicha liquidez se acelera y se produce un círculo vicioso en el que en todos los mercados se vende y se aprovechan los rebotes para vender más, y los bancos cierran el grifo del crédito a clientes y a otros bancos. Así empezó la actual recesión.
Esto aún no ha pasado y no tengo idea cuando pasará (¿días, años?) porque me desconcierta una burbuja de activos sin apenas inflación pero no me cabe duda que también estallará porque sus bases no son sólidas y su efecto tendrá un huella económico enorme muy negativo. Hay que tener en cuenta que en 2007 la situación económica de las familias era muchísimo mejor que ahora y aún así las consecuencias fueron nefastas.
También podemos hacer una “mini versión española”:
Los bajos tipos de interés y la entrada en el € atraen al capital internacional hacia España desde finales del siglo pasado. El país recibe toda esa lluvia de liquidez invirtiéndola básicamente en el negocio inmobiliario lo que provoca un fuerte endeudamiento privado, alimentado por los bajos tipos de interés y la facilidad crediticia de la que disponen las entidades financieras nacionales gracias a su fácil acceso al exceso de capital global, algo de lo que también disfrutan nuestras empresas. Unas gotas de mala gestión, otras de corrupción y la suma de ambas en las cajas de ahorros mezcladas con una pésima supervisión, agravan especialmente nuestra crisis que empeora a nivel financiero desde finales de 2009 por culpa del contagio griego.
Resumiendo, esta crisis se origina por un exceso de dinero barato que acabó invirtiéndose con muy poca racionalidad. Algunos llevamos desde 2008 insistiendo que la mejor forma de acabar con ella es deshacer todas esas malas inversiones cuanto antes para empezar de cero y con más cabeza. En lugar de eso, los gobiernos y bancos centrales han hecho todo lo posible para que no haya quiebras bancarias ni haya suspensiones de pagos de países lo que a mi juicio está alargando innecesariamente la crisis. Tenga o no tenga razón, el caso es que los síntomas que actualmente se están viendo son muy similares a los de 2007 y en algunos casos, incluso peores.
Lo último es que parece ser que hay un proyecto por el cual BCE compraría créditos dudosos de bancos del sur de Europa con la excusa –falsa, es otra ayuda más a la banca- que llegue el crédito a las pymes. Hinchando el balance de nuestro banco central de basura (¿los miles de millones que Pescanova le debe a NovaCaixaGalicia por ejemplo?) lo único que hacemos es trasladar riesgo privado a un organismo público socializando las malas inversiones e hinchando la enorme burbuja, exactamente igual que en 2007. La gran diferencia es que en esta ocasión las familias y empresas, el sector privado, se están desendeudando pero si sigue esto así, a poco que empiece a mejorar algo la situación económica ¿Cuánto tiempo tardarán los bancos centrales en volver a contagiarnos su burbuja? ¿De verdad no hay otra forma de salir de esta que sentar las bases de la siguiente crisis?