Los treintañeros ya no tienen excusa para no comprar una vivienda propia. Desde hace seis meses, las entidades se están encargando de facilitarles el terreno con el lanzamiento de hipotecas especialmente diseñadas para ellos. Santander, BBVA, Caja Madrid y La Caixa, entre otros, ofrecen ya préstamos con plazos de amortización a 40 años. Los altos precios de los pisos, los aún bajos tipos de interés y la mayor expectativa de vida son algunas de las razones por las que han decidido lanzar este tipo de productos, a pesar de las últimas recomendaciones del Banco de España a moderar su concesión.
Las ventajas de estos préstamos son la posibilidad de tener cuotas más baratas y flexibles, y, si vienen mal dadas, obtener periodos de carencia de entre cinco y 10 años, como en el caso del Deutsche Bank.
La caja vasca BBK ha sido la última en entrar en esta guerra comercial con el lanzamiento de su hipoteca a un plazo de 50 años. Esta permite, además, financiar el 100% de la vivienda y solicitar un capital máximo de hasta un 27% superior que en otras hipotecas. «Esto se traduce en tranquilidad y desahogo a la hora de plantear la compra de la vivienda», aseguran desde la BBK.
Pero, ¿a qué precio? Una persona de 30 años que suscriba un préstamo así lo estará pagando hasta pasada su jubilación. Hoy, menos del 3% de los mayores de 65 años tienen una hipoteca pendiente, pero los expertos creen que en el futuro será muy difícil que éstas se paguen antes de cumplir los 55 años. Para Carmen Ansótegui, de Esade, el problema no está en los plazos -según la experiencia la mayoría de las hipotecas se amortiza antes del vencimiento-, sino en el porcentaje de la riqueza de las personas que se llevan el préstamo. En 2005, las familias españolas destinaron más del 30% de sus ingresos a pagar sus casas.
La Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (ADICAE) asegura que con los intereses que acaba abonando una persona a plazos tan largos, se puede llegar a pagar como para comprar dos casas. «No extraña, que cada vez ofrezcan periodos de amortización más largos». Las cifras hablan: con un préstamo de 135.000 euros a 40 años, con un tipo del 3,53% (euribor +0,75%), la cuota mensual a pagar sería de 526 euros. A su vencimiento, el desembolso total sería de unos 117.400 euros en intereses, es decir, poco menos de la cantidad prestada.
El riesgo de conceder estos créditos es mayor para los particulares que para las entidades, ya que los intereses son siempre a tipo variable y «lo normal es que en 40 años, éstos varíen muchas veces. Cuanto mayor es el plazo, más peligro para la persona», dice Ansótegui.
Desde la BBK aseguran que el riesgo para las entidades al conceder un crédito de este tipo es el mismo que con uno a 20 años. Las condiciones también suelen ser las mismas. El único requisito en la mayoría de los bancos y cajas es ser menor de 35 años.Tampoco hay cláusulas ni seguros especiales.
Desde hace meses, el Banco de España recomienda a las entidades de crédito que no acepten hipotecas por un importe superior al 80% del valor de la vivienda. La BBK, que considera su nuevo producto como un complemento a su gama hipotecaria, asegura que su préstamo no está reñido con la prudencia, ya que su política de riesgos es «exquisita» y su nivel de morosidad muy bajo.
Fuente: elmundo.es