Hablando el otro día en la piscina de una urbanización con una pareja ambos, que fueron despedidos hace un par de meses de la misma empresa, me decían que hacía falta una revolución, que hay que cambiar el sistema, que no podía ser que hayan tenido que volver con sus respectivos padres y alquilar el piso que compraron para poder pagar la hipoteca. Yo también quiero que cambien las cosas pero no pude dejar de notar la ironía de que se quejaran tanto mientras tomaban el sol y tenían los dos aparcados sus respectivos coches fuera… yo recuerdo que a comienzos de los ´80 en San Blas, barrio de Madrid donde pasé mi infancia y adolescencia, la droga era el principal problema y la poca confianza en el futuro era tal que recuerdo a un adulto que me dijo que para qué estudiaba si cuando fuera mayor no iba a poder encontrar trabajo, que lo harían todo las máquinas. Por entonces, la idea de ir a una piscina que no fuera pública era para mi un sueño, mucho menos podía imaginar que mi madre tuviera una en su casa como era el caso de esta pareja y ni siquiera mi padre tenía coche. Y no digo que no tengan derecho a estar cabreados y a exigir que cambien las cosas, claro que sí, hay que intentar no dar ningún paso atrás pero ¿será eso posible tras el purgatorio que estamos viviendo por los excesos pasados?
Cada generación desde la postguerra ha podido decirle a los más jóvenes que décadas atrás las cosas estaban mucho peor, que eran unos quejicas. Y no sólo por los avances tecnológicos, también por los avances sociales (cobertura sanitaria, de desempleo…), mejora de los servicios públicos, mayores libertades… incluso el prestigio internacional español ha ido en ascenso casi ininterrumpidamente desde hace muchas décadas. Sin embargo, cada vez son más los expertos –últimamente han sido los del FMI- que dejan claro que diez años después de iniciada la crisis aún estaremos muy muy lejos de la situación mayoritaria que se disfrutaba a comienzos de este siglo en España. Así pues, es muy probable que haya una excepción histórica a todo este proceso y es posible que los hijos de esta pareja disfruten de menos facilidades de las que ellos tenían en su infancia. Cobrarán menos dinero, se jubilarán varios años más tarde, deberán sufrir recortes en servicios públicos para pagar toda la enorme deuda pública que estamos emitiendo desde hace 5 años, deberán aceptar que sus gobiernos les espíen ya que a nadie le parece mal que un presidente Nobel de la Paz lo haga… y no estoy seguro de cual será la imagen de España en el futuro cuando llevemos años y años aceptando tener el doble y el triple de tasa de paro que el resto de países de nuestro entorno y a pesar de eso, sigamos sin cambiar nada. Y siento si mi discurso es un poco pesimista pero si con la que está cayendo, ni siquiera cerramos el Senado ni eliminamos la duplicidad diputaciones/autonomías por poner tan sólo dos ejemplos obvios, ¿Cuándo lo haremos, cuando transformaremos España para que no tengamos que decirles a nuestros hijos que les hemos dejado una España peor?
Y es que además, nos las cuelan casi sin darnos cuenta. Y por no volver con la reforma financiera –quizás el mayor ejemplo- nos quejamos que el FMI diga que debemos reducir sueldos un 10% pero lo cierto es que con la desindexación al IPC de los salarios –de la que apenas se ha comentado- es lo que va a ocurrir por el efecto inflación en unos pocos años, que perderemos un 10% del poder adquisitivo…mínimo. De hecho, lleva años pasando, cada vez bajan más los costes laborales y se vende como un gran avance económico español porque mejora nuestra competitividad…¡qué gran logro! Pero el gasto político, ni tocarlo. Y en agosto, aprovechando la distracción que supone tener un presidente que o bien es un corrupto o bien es tan torpe que no se enteraba de lo que pasaba en el partido en el que lleva décadas en órganos de dirección, van apareciendo noticias tan sorprendentes como que estamos renacionalizando empresas: La pública Aena ha comprado a Abertis dos aeropuertos (Luton y Cali) y la Sepi ha recomprado –a Bankia- el 20% de Indra, tecnológica que se privatizó en 1999. Pero en este país parece que nunca pasa nada. Eso sí, ocurre un accidente por vez primera en 20 años en un tren de alta velocidad española y aún con la confesión del maquinista que se achaca todas las culpas y las grabaciones dejando claro que fue su error por no frenar a tiempo a pesar de las correctas indicaciones, y una de las pocas cosas que funcionan bien en España -e incluso mejor que en el resto del mundo (en Junio un periódico muy afín al gobierno lo describió como la “pujanza” de España)-, debe ser revisada de arriba abajo. Claro que todo se puede mejorar pero anda que no hay cosas más urgentes que cambiar algo que ha funcionado perfectamente durante 2 décadas y de lo que nadie hablaría si no fuera por la imprudencia de un conductor.
Y la presión mediática es en gran parte culpable de todo esto, de confundir las prioridades, de destacar de repente a Gibraltar como el gran problema de España por ejemplo. Y con esto enlazo con los mercados. No hace ni 1 mes que comentaba aquí: “que el Ibex esté tan flojo en 2013, no significa que la economía no vaya a mejorar” e insistía que hay que dejar de establecer paralelismos con la economía que en muchísimas ocasiones la bolsa ha subido con la economía empeorando y bajado con la economía mejorando y que tampoco es un buen indicador adelantado, que si lo fuera nunca hubiéramos visto el Ibex en 16000 en 2007 y en 6000 en 2012. Pero ahora que estas últimas semanas ha habido un rally del ibex de más de mil puntos desde los mínimos anuales del 24 de Junio (7508) el mundo mediático financiero ya está con la cantinela de que la bolsa está descontando la reactivación económica… casualmente no lo hacía cuando empezaron a mejorar los datos en marzo sino justo coincidiendo con los máximos históricos de Wall Street y una buena temporada de resultados, muy marcada por los beneficios de la banca. Es decir, vuelven a establecer un paralelismo subida del Ibex/mejora de la economía española falso. Ni el Ibex en 7600 significaba que la recesión se agudizaba ni el Ibex en 8600 significa que salimos de la crisis ya mismo. Una crisis política en Italia o una fuerte corrección de las bolsas norteamericanas podrían hacernos volver a los 7600 y no por eso la economía española empeoraría y puede empeorar –como de hecho lo hace y por eso el dato de crecimiento del PIB fue negativo del último trimestre- y que se vaya a 9000.
Por lo demás, semana en las bolsas con algún amago de corrección tras la euforia del comienzo de mes y de nuevo con los bancos centrales como protagonistas: el Bank of England también se apunta a cambiar la política monetaria si mejora el paro y un par de miembros de la FED hablaron de otoño como inicio de la reducción de la QE. Por si os vale mis indicadores me avisan que se acerca una brusca caída bursátil que aunque supongo si sucede será puntual –porque la estructura alcista sigue intacta- puede ser magnificada por el bajo volumen, así que prudencia.
Algunos links.
- Informe de Estrategia de Agosto de Banca March
- Informe de BBVA Research sobre la situación global este trimestre
- La falsa normalidad de Europa by Mohamed A. El-Erian
- Deuda pública en manos de no residentes en España
- El factor miedo en la reformas bancaria by Simon Johnson
- PMI de servicios
- Cambio de guardia monetario by Joseph E. Stiglitz
- De un problema de déficit a uno de deuda
- Previsiones para cruces de Forex recopilados por Bloomberg
- Informe de BBVA research sobre la economía española este trimestre
Y os dejo una imagen algo más optimista elaborada por @_perpe_ que muestra la vuelta de la inversión extranjera al sector inmobiliario español demostrando que si bajas precios, al final siempre hay demanda: