Tras más de 20 años intentando mostrar la vida de un americano medio, los Simpson han vivido tantas historias que muchas de ellas, además de sernos familiares nos han ocurrido a nosotros. Si lo llevamos al terreno laboral, ocurre lo mismo. Hoy vamos a ver 4 lecciones de los Simpsons aplicadas al mercado laboral.
1. Externalizar a otro país es más barato hasta que deja de ser más barato
En el capítulo «Kiss Kiss, Bang Bangalore», Montgomery Burns anuncia que la planta de Springfield va a cerrar y la van a trasladar a Bangalore, India. Como consecuencia de una disposición del convenio colectivo, envían a Homer a gestionar sus operaciones. Como la producción va muy bien, Burns deja a Homer al control de todo.
Cuando la familia Simpson le visitan, los trabajadores indios les explican que adoran a Homer porque les ha contado «secretos», como el pago de las horas extraordinarias, las pausas, la jornada flexible, los viernes de vestimenta informal, guardería en la fábrica, dentista gratis y cestas de magdalenas.
«Eres el primer hombre que exporta el sentido de los derechos y privilegios de los trabajadores americanos», señala Lisa.
«Pero, tratar a los trabajadores como seres humanos, ¡es una locura!» exclama Burns. «Está bien, tendremos que reubicarnos en una zona donde los trabajadores estén más desesperados y sean más ignorantes, Springfield».
Lección: en la medida en que los trabajadores de países menos desarrollados estén dispuestos a trabajar por un salario inferior y menos beneficios, las empresas occidentales llevarán sus negocios allí, destruyendo trabajos en sus respectivos países. Pero a medida que esos países se desarrollan, sus trabajadores exigirán más derechos.