Son muchos los que consideran a los planes de pensiones como productos muy similares a los fondos de inversión. Desde luego, tienen una diferencia fundamental, y es que en los planes de pensiones se limita el rescate, es decir, la retirada de lo invertido a que llegue el momento de la jubilación (contingencia principal) o a casos extremos como son la muerte, invalidez o el paro de larga duración.
Pero sí tienen un parecido más que importante en como invierten el dinero que depositamos, y es que detrás de todo plan de pensiones, siempre hay un fondo de pensiones.
¿Qué es este producto?
El fondo de pensiones es el patrimonio destinado al cumplimiento de las obligaciones estipuladas en un plan de pensiones, es decir donde se invierte el dinero que entregamos buscando constituir este capital o renta a la hora de la jubilación. Igual que pasa con los fondos de inversión, esta figura es más que importante en cuanto que la Ley obliga que sea un fondo externo a la entidad que promueve el plan, de manera que es un patrimonio separado e independiente de ésta, y para proteger al inversor hay una clara diferenciación entre quien administra los recursos integrados en el fondo, que lo realizará una entidad gestora, de quien hace la custodia física de los títulos o apuntes que los representan, que lo realizará una entidad depositaria, ambas son importantes ya que habrá que pagar dos comisiones por ambas funciones. Por todo ello, en caso de problemas, los fondos no responden por las deudas de las entidades promotoras, gestoras y depositarias. Teniendo en cuenta estos puntos, que buscan la seguridad del partícipe.
¿Pueden invertir igual que los fondos de inversión?
Sí pero son productos mucho más acotados, en los cuales por su función más a largo plazo, aun incluyendo inversiones arriesgadas ni mucho menos llegan a categorías existentes de fondos de inversión que tienen activos en productos como derivados que pueden oscilar muy bruscamente. Así, en los planes de pensiones existen seis categorías, con sus ventajas e inconvenientes, que ayudan a conformar nuestra estrategia de inversión conforme a nuestra edad o el mayor o menor gusto por el riesgo.