Todos cometemos errores. Esto es indiscutible. Nos gustaría no hacerlo, ya que nos entra un sentimiento de culpabilidad, miedo al rechazo y, en un trabajo, miedo al despido. Pero por suerte somos humanos y nos equivocamos. ¡Incluso nuestro jefe se equivoca!
La teoría es que ahora todos tenemos una mente abierta y aceptamos las críticas de forma constructiva y que por tanto, todos deberíamos poder discutir con nuestro jefe sin miedo a represalias. Así debería ser si nuestro jefe fuera un verdadero jefe, pero esto no siempre sucede. En muchos sitios quedan jefes autoritarios a los que no se les puede llevar la contraria.
Lo malo es que en muchas ocasiones, también se equivocan y hay que hacerles ver su error. si no lo haces y te callas, al final de una forma u otra, vas a salir perdiendo, así que lo mejor es hablar con él.
Discute por temas importantes de la empresa
Si vas a ir donde él para decirle lo malo que es el café o el servicio de limpieza, olvídate. Háblale de cosas importantes del trabajo que le puedan interesar.
Escoge el momento correcto
Evita las discusiones muy largas o complejas cuando tu jefe esté ocupado, tiene un pie fuera de la puerta o se está yendo para un viaje de negocios de tres días. Ahorre su discusión para cuando el jefe este menos distraído y se pueda concentrar en lo que usted le va proponer.