Los mercados financieros, para muchos, son considerados un juego de puro casino, por ello algunos aficionados les gustan aquellas estrategias “aparentemente ganadoras y simples” que ofrecen una tranquilidad emocional por su apoyo estadístico y sin duda sistema más conocido es la estrategia de la martingala.
La estrategia es muy simple, si estuviéramos en un casino apostaríamos un euro al rojo, y aquí se pueden generar dos escenarios posibles el ganador y el perdedor. En el escenario ganador doblaríamos el importe inicial (ganaríamos un euro) y en el siguiente turno volveríamos a realizar la misma apuesta con el mismo importe, sin embargo en escenario perdedor, en la siguiente jugada, el jugador debe doblar la apuesta para ajustar las pérdidas anteriores y así sucesivamente reiterando, en el supuesto en el que las pérdidas se vayan extendiendo hasta que se produzca la jugada ganadora que le aporte el beneficio.
¿Por qué la martingala no es un buen sistema?
Esta estrategia ofrece una falsa sensación de relax que puede salir muy cara al jugador. Pensemos en cuál es la base del sistema… si nos situamos en el lado perdedor, el sistema nos induce a asumir más y más riesgo “redoblando la apuesta” hasta encontrar el resultado favorable, lo que traducido en los mercados financieros implicaría responsabilizarse de un mayor grado de apalancamiento.
Por lo tanto, sólo necesitamos una mala racha, una serie de resultados negativos suficientes para que nos consuman todo nuestro capital y termine por expulsarnos de la partida, dejándonos sin dinero y emocionalmente hundidos. Por lo que el respaldo monetario que haya detrás será un factor decisivo para llevar a cabo la estrategia.
En el trading, habrá operaciones ganadoras y perdedoras, y será en las perdedoras aquellas en las que el trader se puede sentir tentado a doblar el volumen de la operativa. Ante estos supuestos, cualquier manual que se digne a mencionar la gestión monetaria, la martingala seria considerado como una autentica aberración financiera por el incremento exponencial del riesgo en los resultados perdedores.
Probabilidades de la martingala desde el punto de vista de las pérdidas continuas:
– 1ª jugada: 50%
– 2ª jugada: 25%
– 3ª jugada: 12,5%
– 4ª jugada: 6,25%
– 5ª jugada: 3,125%
– 10ª jugada: 0,0976%
¿A qué se debe la fama de la martingala?
Existe una convicción muy arraigada en el sistema de la martingala debido a que el sujeto tiende a pensar que la mala suerte no puede durar toda la vida y que más tarde o más temprano la mala suerte cambiará. Aunque este supuesto pueda ser cierto, estadísticamente hablando, hay que tener muy claro que habrá un límite de resultados perdedores que podremos soportar antes de quedarnos con una mano delante y otra detrás.
La estrategia se extendió en el siglo XVIII entre las mentes más crédulas de la época tanto por su sencillez como por su supuesta seguridad. Concretamente, su nombre “la martingala” proviene de la región situada a sur de Francia nombrada Lo Martegue (Martingues) cuyos ciudadanos, los martégales, tenían una reputación extendida de ser individuos excesivamente ingenuos.
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