El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha dado este jueves un relevante giro a la política de la entidad al avanzar con claridad meridiana la estrategia a largo plazo del banco, que mantendrá “por un periodo prolongado” los actuales tipos de interés, que se encuentran en el mínimo histórico del 0,5% en el caso de la tasa de refinanciación, sin excluir la opción de nuevas bajadas.
“De cara al futuro, nuestra posición en política monetaria continuará siendo acomodaticia por tanto tiempo como sea necesario”, indicó Draghi en la tradicional rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno del BCE, que mantuvo los tipos en el mínimo histórico del 0,5%, para a continuación romper con más de una década de tradición y afirmar rotundamente que el BCE espera que “los principales tipos de interés se mantengan en los actuales niveles e incluso por debajo por un periodo de tiempo prolongado”.
De hecho, el máximo responsable de la política monetaria de la zona euro admitió que en el seno del Consejo de Gobierno se produjo una amplia discusión sobre la posibilidad de recortar ya los tipos de interés, aunque finalmente se decidió mantener la tasa rectora del euro “básicamente por unanimidad”.
Cuestionado sobre los motivos por los que el BCE ha decidido ahora abandonar su proverbial prudencia, por la que Jean Claude Trichet y el propio Draghi siempre declinaron asumir compromisos previos en política monetaria, el banquero italiano explicó que los miembros del Consejo decidieron “unánimemente” dar este paso “sin precedentes” a la hora de comunicar al mercado sus intenciones.
“El consejo del BCE tomó una medida sin precedentes al dar una hoja de ruta para el futuro”, reconoció Draghi, quien no quiso cuantificar la duración de este “periodo prolongado”, limitándose a señalar que “no se trata de seis meses o un año, sino de un periodo prolongado”.
Asimismo, el presidente del BCE subrayó que la decisión de comunicar más claramente al mercado la posición de la entidad se ha visto facilitada por el anclaje de las expectativas de inflación, ya que la estabilidad de precios a medio plazo continúa siendo el objetivo de la institución.
A este respecto, Draghi explicó que la postura del BCE tiene muy en cuenta tres variables principales, incluyendo las perspectivas de inflación a medio plazo, la evolución de la economía y la dinámica monetaria.
Por otro lado, el banquero italiano apuntó que las opciones del BCE para relajar la política monetaria en la zona euro no se limitan exclusivamente al recorte de los tipos de refinanciación del euro, actualmente en el 0,50%, sino que existen otras posibilidades, como reducir la tasa de depósito, actualmente en el 0%, lo que implicaría cobrar a los bancos por el dinero guardado en el BCE.
“Nuestra mente está abierta respecto a otros tipos de interés clave, incluyendo la facilidad de depósito”, dijo Draghi, quien subrayó que durante este periodo la liquidez seguirá siendo amplia y que “la salida sigue estando distante”.
NO ES UNA REACCIÓN A OTROS BANCOS CENTRALES.
En este sentido, el presidente del BCE defendió que la decisión de la institución de dirigirse con mayor claridad a los mercados no representa una reacción a las decisiones anunciadas por otros bancos centrales, conmo la Reserva Federal de EEUU.
“Estamos actuando dentro de la jurisdicción de la zona euro. No reaccionamos a los comunicados de ningún banco central, sino a lo que vemos”, defendió el banquero central.