Una de las tecnologías que van a dar mucho que hablar durante este 2016 ha aprovechado CES Las Vegas para lanzarse al mercado. Las gafas de realidad virtual de Oculus Rift, compañía adquirida por Facebook, ya están disponibles. Y cuestan 741€, gastos de envío incluidos. Es más del doble de lo que se habló en un principio. Para un consumidor medio, es un precio inasumible, pero a juicio de Palmer Luckey, uno de los creadores de las gafas, es “obscenamente barato”.
Si entras en las web de la compañía y encargas tus gafas llegarán acompañadas de: un mando para la consola Xbox One, otro mando específico, una cámara externa, además de 2 juegos. Pero atención, para que las Oculus Rift funcionen adecuadamente, tu PC tiene que alcanzar, al menos, las siguientes especificaciones:
- Tarjeta gráfica NVIDIA GTX 970 / AMD 290 equivalente o superior
- Procesador Intel i5-4590 equivalente o superior
- Memoria RAM 8GB de RAM o más
- Puerto de salida de vídeo HDMI 1.3 (todas las gráficas de gama alta la tienen)
- Puertos de entrada 2x USB 3.0
- Sistema operativo Windows 7 SP1 o versiones posteriores
¿Tu PC cumple con estas características? ¿Tienes 750€ sueltos? Pues ya sabes, entra la web de Oculus y haz tu pre-order…
¿El ocio del futuro u otra bobada para tenernos entretenidos?
Llevamos como 25 años oyendo hablar de las bondades de la realidad virtual, de que será un campo maravilloso en diversas áreas, incluyendo, por supuesto, los videojuegos. En la década de los 90 algunas compañías como Nintendo sacaron sus propios cascos de realidad virtual al calor de una fiebre que incluyó varias películas de cierta repercusión. Luego la fiebre bajó y el mundo se olvidó de la realidad virtual. Hasta ahora.
Oculus Rift busca integrarnos en mundo tridimensional, por eso se ha ido cambiando el término “realidad virtual” por el de “realidad aumentada”, tal vez con el objetivo de hacernos creer que esta vez sí, que esta vez vamos a flipar del todo.
Precisamente por ello, el precio final del gadget se ha disparado: “no queríamos que la gente comprara el aparato y dijera ‘está bien pero le falta algo, si fuera un poco mejor, si las lentes fueran de mayor calidad, si la resolución fuera más potente…’ Hemos preferido subir el precio para incluir esas mejoras y que el consumidor quede realmente satisfecho”.
Para Palmer Luckey (el de lo “obscenamente barato”), la decisión de optimizar Oculus Rift tras la fase de desarrollo y test ha sido lógica. Tras décadas de gatillazos con la realidad virtual es normal que la empresa del imperio Facebook haya decidido apostar fuerte. Ahora solo queda que los primeros usuarios certifiquen si el esfuerzo económico merece la pena. Yo, de momento, no estaré entre ellos. Tal vez cuando lo vendan en Alcampo al lado de la sección de chándales de táctel.