Ayer el Reino Unido se acogió formalmente al artículo 50 del Tratado de Lisboa, dando el paso necesario para abandonar la Unión Europea, después de que que el pasado 23 junio se celebró el referéndum sobre el Brexit. Esta decisión supone para el Reino Unido poner punto y final al proyecto que se ha tejido desde hace 44 años y la aportación del Reino Unido ha sido vital para la construcción del mercado único.
La bolsa británica, el FTSE 100, parece haber ignorado el gran evento político que ha supuesto el Brexit, pues desde el pasado 23 de junio el FTSE 100 se ha marcado una subida del 16,34% hasta situarse en los 7.373,72 puntos del cierre de ayer. En comparativa, el Eurostoxx50 se ha marcado una subida del 13,10%, por lo que parece que el clima de incertidumbre ha sido en gran parte descontado.
La renta variable no ha sufrido especialmente en la decisión de abandonar la Unión Europea, no obstante, si nos centramos en el mercado de divisas, vemos como la libra esterlina ha sido claramente perjudicada. Y es que el par GBP/USD ha protagonizado una caída del 16,41%, pasando desde los 1,4878 dólares hasta los 1,2437 dólares actuales. Paralelamente, si en el 23 de junio un euro equivalía a 0,7649 libras esterlinas ahora el cambio es de 0,8673 libras.
En consecuencia de esta devaluación, se ha producido un incremento en la cesta de la compra (CPI). Con los dados del mes de febrero los precios al consumidor del recorrido se incrementaron un 2,3% desde febrero del año pasado, siendo la tasa más alta desde septiembre del año 2013. Sin embargo para ser rigurosos, en Europa también se ha visto un ascenso en los precios del 1,90% durante el mismo periodo.
Si repasamos el mercado de bonos, no existe una especial diferencia entre la TIR del bono a diez años del 23 de junio a la TIR actual. Antes del Brexit la rentabilidad del bono a diez años era del 1,376% y en la actualidad del 1,15%, por lo que no ha sufrido tensiones… Incluso en agosto del pasado ejercicio vimos la TIR alcanzar el 0,52%. Si bien es cierto, que durante este periodo el Bank of England ha tenido que rebajar 25 puntos básicos los tipos de interés hasta situarlos en el 0,25%.
Ahora, entrará en juego el apartado dos del artículo 50 del Tratado de Lisboa… Las negociaciones mediante un acuerdo con un plazo de 24 meses.
“El Estado miembro que decida retirarse notificará su intención al Consejo Europeo. A la luz de las orientaciones del Consejo Europeo, la Unión negociará y celebrará con ese Estado un acuerdo que establecerá la forma de su retirada, teniendo en cuenta el marco de sus relaciones futuras con la Unión. Este acuerdo se negociará con arreglo al apartado 3 del artículo 218 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea. El Consejo lo celebrará en nombre de la Unión por mayoría cualificada, previa aprobación del Parlamento Europeo.”
El Reino Unido ha solicitado que las negociaciones tanto del acuerdo de salida como del estatus comercial futuro que se establece con la Unión Europea se produzca de manera simultánea, un hecho que la canciller alemana Angela Merkel ha dado ya un portazo señalando que primero se resolverá la puerta de salida y seguidamente se hablará de la relación futura de la Unión Europea con el Reino Unido.
Estas negociaciones pueden conceder algunos repuntes de volatilidad en el mercado de renta variable dependiendo de cómo vayan evolucionando. Sin embargo estos eventos de corte político, tal y como pasó tras el Brexit, puede ser considerados como oportunidades de compra para aquellos inversores que quieran establecer o bien incrementar posiciones en renta variable.