Cuando la prima de riesgo estaba desatada y el tipo de interés con el bono alemán superaba holgadamente el 6%, la bolsa tocaba fondos y las entidades financieras se lanzaban de forma desesperada a la captación del ahorro de los particulares con la ‘guerra de los depósitos’.
Ahora la prima de riesgo se desinfla bajando de 300 puntos, la bolsa roza los 8.500 puntos y las entidades financieras dejan de lado la guerra de los depósitos y comienzan a ver en los fondos de inversión y en los productos de medio y largo plazo el destino ideal para meteré el ahorro del ciudadano de a pié.
Justamente en los momentos de máximas cifras de paro, mayor número de familias que no perciben ningún tipo de ingreso y que se habla de reducción en las prestaciones, pensiones y subsidios. Todo esto hará que la gente necesite de sus ahorros para poder sobrevivir y, visto lo anterior, vemos que las entidades financieras no están por la labor.
¿Qué el pequeño ahorrador quiere seguir en depósitos bancarios? Pues se le quita la idea a base de reducir la rentabilidad de estos productos y se les encauza hacia productos más rentables pero de mayor plazo. Cosa que no acabo de entender cuándo lo que está buscando el ciudadano de a pié el tener la mayor disponibilidad posible de su dinero por si acaso lo necesitase.
No acabo de comprender el funcionamiento de los mercados, de los reguladores y de las entidades financieras, la verdad sea dicha. Sacan depósitos estructurados a largos plazos, se pone énfasis en los fondos de inversión como un destino ideal, cuando todos sabemos que son productos a largo plazo por los beneficios fiscales que poseen las rentabilidades obtenidas por estos productos, se castiga el corto plazo con bajadas de tipos,…., y todo en una situación económica donde ningún pequeño ahorrador en su sano juicio puede pensar en invertir su dinero a largo, ni tan siquiera a medio plazo.
Todo esto indica que los mercados, las entidades financieras y los reguladores están completamente alejados de la realidad económica de la calle. Están centradas y obsesionados en cifras ‘macro’ cuando lo que quiere el ciudadano es solo preocuparse de las cifras ‘micro’. Parece, como ya he dicho alguna vez, que las fuerzas con poder en la economía unen sus esfuerzos para encauzar al pequeño ahorrador hacia lo que a ellos les interesa pero no a lo que les interesa a aquellos.
Lo que no se dan cuenta es que muchos hogares ni ahorro tienen ya, viven con la cuenta corriente y en ocasiones ni eso. Se castiga al que lo está pasando mal en términos de que se dejan de ofrecer productos financieros rentables a corto plazo para castigarlos y que quien quiera rentabilidad deba de invertir a largo plazo. Esto solo demuestra que las entidades financieras mientes cuando dicen que miran por los intereses de sus clientes y de que no tengan problemas cuando realmente se ve que solo miran por sus intereses. Para nada les interesa lo que los pequeños ahorradores necesiten.
Nada ha cambiado con esta crisis. Uno se creía que las entidades financieras habrían tomado nota de lo hecho mal, pero parece que no están por la labor. Siguen creyéndose el ombligo del mundo económico sin importarles para nada lo que ocurre en su entorno.
Lo que continúa pasando, a tenor de las cifras del último mes facilitadas por el Banco de España, es que los ciudadanos no se dejan dirigir y continúan invirtiendo en depósitos centrados en el corto plazo y a lo sumo, cambian algo de su ahorro hacia las cuentas remuneradas. Menos mal que los ciudadanos no se agarran a los cantos de sirenas de que ya se ve el final del túnel, según los interesados discursos de políticos, economistas y empresarios.
José Luis del Campo, experto de iAhorro.