No se si habéis visto la película de Woody Allen “Toma el dinero y corre”. Se da una situación disparatada que nos hace ver cómo pueden ser las entrevistas de trabajo; humor inteligente y absurdo. Está claro que una entrevista de trabajo no es cosa de risa, pero esto no significa que el humor no pueda ayudar. Se puede llegar a lograr un ambiente más distendido o suavizar un momento incómodo.
Lo más importante es saber usarlo con moderación. Según la experta en selección Yolanda Owens, ” saber usar el humor durante la entrevista demuestra un estado de equilibrio y te percibirán como una persona inteligente, orientada a resultados en equipo y que pueden afrontar bien los problemas”.
Hay que tener en cuenta que cada persona tiene distinto sentido del humor y unas personas son más divertidas que otras. Si tú eres una persona graciosa por naturaleza, esto puede influenciar tus respuestas, pero no se trata de quien te esté entrevistando pase toda la entrevista a carcajada limpia y no saque nada en claro de ti, salvo que eres una persona graciosa. El exceso de humor, también puede ser contraproducente. Úsalo con moderación.
Si por ejemplo te preguntan cuál es tu familiaridad con las nuevas tecnologías, puedes contestar algo así como: “sí, mi walkman está en perfecto estado y tengo todas mis cintas de cassette” y a la vez, puedes sacar tu smartphone o tu iPad, diciendo y demostrando a la vez que es una broma.