El 75% del planeta Tierra está ocupada por agua, lo que representa 1.386 millones de kilómetros cúbicos. De esta cantidad, el 96,5% es agua salada de los océanos y mares interiores. El 2,5% restante es agua dulce, un 2% se encuentra en estado sólido en los glaciares y apenas el 1% es destinado para actividades desarrolladas por el ser humano como la agricultura, las industrias, el consumo o bien el saneamiento.
Cada uno de nosotros consume más agua de la que se puede imaginar. Al día, muchos piensan que sólo consumen dos o tres litros de agua pero la verdad es que no es así, ya que debemos entrar a valorar el consumo indirecto. Por la mañana si tomamos un simple café, se esconden detrás 140 litros de agua utilizados para producirlo, envasarlo, transportarlo. Si entramos a valorar todo el conjunto del desayuno de un americano o bien europeo, que incluye un vaso de leche, la tostada, los huevos para una tortilla y una lonja de cerdo solemos consumir de forma indirecta hasta 1.100 litros de agua y repito sólo el desayuno. Hay cifras que nos inquietan más y es que para una hamburguesa consumimos la friolera de 2.400 litros de agua o bien para un kilogramo de cereales se consume entre 1.000 y 1.700 litros de agua según al eficiencia de las plantaciones. Los expertos calculan que una persona vegetariana consume al día 2.700 litros de agua en promedio, mientras que para los amantes de la carne se alcanza, en promedio, la cifra de 5.000 litros de agua.
Los expertos suelen coincidir que el riesgo clave para los próximos años es una crisis en el abastecimiento de agua, debido a factores como el agotamiento de reservas de agua dulce que se atribuye a la contaminación, la desaparición de los glaciales que suponen la principal reserva de agua dulce del planeta y evidentemente el espectacular aumento de la población que actualmente somos 7.200 millones de personas y se proyecta que para mediados de siglo lleguemos a ser 9.000 millones. Al mismo tiempo, la revolución de fracking está aportando su granito de arena al riesgo de escasez ya que en cada uno de sus pozos se utilizan entre 11 a 18 millones de litros de agua, que será imposible de reutilizar porque es hasta 10 veces más salada que la del mar. El problema se intensificará especialmente en China, que a día de hoy ya padece una gran escasez del agua, una gran contaminación, una superpoblación y una gran clase media emergente y cada vez consumirá mayor cantidad de agua.
El siguiente mapa proyecta la escasez del agua en el año 2025, y tal y como podemos apreciar se observa, prácticamente todo el sud tendrá o bien escasez física del agua o escasez económica del agua que significa que no tendrán en marcha las infraestructuras suficientes para llevar a los hogares el agua. La escasez física está situada en el Norte de África y en oriente próximo y en China. La escasez económica de agua la encontraríamos prácticamente en toda América Latina, Centroamérica, en África, el Sud-este asiático y Oceanía.