La “crème de la crème” de la especulación se encuentra en los instrumentos derivados, el los que los especuladores encuentran un sin fin de productos financieros para poder trabajar en su operativa, haciendo y deshaciendo posiciones en futuros, opciones o CFD’s, vinculados a un activo subyavente como puedan ser acciones, bonos, índices o otros instrumentos financieros.
El gran reclamo de estos productos es el margen de garantía, que podemos definir como la señal o la retención del capital para negociar comprar o vender un contrato. Este margen de garantía lo determinará el mercado oficial, en el caso español el MEFF. Por su parte nuestro broker puede exigir garantías adicionales para poder formalizar la operativa. El margen puede ser un importe fijo o bien un porcentaje sobre el valor nominal del contrato. Utilizando este tipo de productos financieros podemos establecer por ejemplo una posición de 100.000 euros con apenas un margen de 10.000 euros o en términos porcentuales el 10% del contrato, aunque en el mercado de divisas Forex las garantías son mucho menores debido a la gran liquidez del subyacente.
Como hemos observado depositando una pequeña garantía podemos establecer una posición en el mercado mucho mayor de la que realmente disponemos, a este fenómeno lo conocemos como apalancamiento. El apalancamiento es el cociente entre el valor del contrato y la garantía reclamada y sin lugar a dudas, el gran atractivo de la especulación y será un multiplicador tanto para los potenciales beneficios como para potenciales las pérdidas, por lo que es un factor de elevado riesgo que hay que tener en cuenta en el momento de trabajar con futuros, ya que puede ocasionar la más absoluta de las ruinas si no hay detrás una gestión monetaria correcta.Por lo que es aconsejable que inversores de perfil más conservador se alejen de este tipo de productos.