Contra la creencia general, en los mercados financieros lo típico no son las grandes posiciones direccionales de comprar todo o vender todo sino las posiciones que apuestan a favor de un activo y en contra de otro. Es por eso que la prohibición de posiciones cortas en la bolsa reduce tanto el volumen, porque muchas ventas se usan como cobertura a otras compras. Desde 2010 se han hecho tristemente famosas muchas operaciones de deuda pública en las que se ha comprado mayoritariamente el bono alemán y norteamericano y vendido deuda pública de países de la periferia de la €zona. Por ejemplo, a España le perjudica cuando compran bono alemán y venden bono español pero le beneficia cuando compran bono español y venden italiano. Esto ocurre en todos los activos: hay múltiples riesgos cruzados que interrelacionan todos los mercados. Y también contra la creencia general, son operaciones que están al alcance de cualquiera y que reducen el riesgo que supone la inversión direccional.
Vamos con algunos ejemplos nada complicados:
- Comprar acciones del Banco Santander y vender acciones de BBVA apostando a que sus cotizaciones vuelvan a acercarse como ha ocurrido históricamente.
- Comprar bolsa española y vender bolsa alemana apostando a que el enorme diferencial perdido desde 2010 se recupere aunque sea en parte.
- Comprar Antena3 y vender Telecinco…o al revés
- En general comprar dentro de un mismo sector una empresa y vender otra, se me ocurre comprar FCC y vender OHL o a nivel europeo comprar Carrefour y vender Inditex.
Ojo que son ejemplos, no recomendaciones. Aunque pueda no parecerlo es una operativa sencilla gracias a los CFD´s que funcionan como si fueran “mini-futuros” ya que permiten apalancamiento (es decir, operar por más dinero del que se tiene, tan sólo poniendo unas garantías) pero en unas cantidades mucho menores a los de los futuros, con la ventaja añadida de que no hay liquidaciones periódicas y, como en el caso de las acciones, se van descontando a favor o en contra (dependiendo si se está comprado o vendido) los dividendos de forma automática.
Esta operativa también conocida como “pairs trading” permite además mucha flexibilidad: se puede ajustar exactamente o no y se puede utilizar para hacer trading en el corto plazo o para carteras de largo plazo. Por ejemplo, si alguien está seguro de que España no va a salir del € creo que aunque tarde años, gran parte del diferencial perdido por el Ibex respecto al Dax se recuperará ya que, descontando dividendos para equipararlos, el Ibex tendría que subir un 100% (doblar su precio) para volver a sus máximos históricos y el Dax apenas tendría que subir un 25% y es lógico pensar que tras la salida de la crisis el crecimiento español será mayor que el alemán. ¿Qué es mejor, comprar “a pelo” el Ibex y arriesgarse a que haya otra tormenta financiera o un crash en Wall Street que lleve al Ibex a 6000 o estar cubierto con una posición bajista en el Dax que disminuya las pérdidas o incluso proporcione beneficios si ocurre esa posibilidad? Sí, es posible que se gane menos pero la cuestión no es sólo ganar sino fundamentalmente no perder y si alguien piensa en tener una cartera de acciones cara a su jubilación, no es sólo valorar como más probable si a largo plazo el Ibex lo hará mejor que el Dax o si el Ibex subirá sino cual de las dos opciones implica menos riesgo de pérdida del capital.
Y repito, esa es la forma de operar de muchos hedge funds y de muchos traders bancarios. Mi intención es mostraros otra forma menos arriesgada, y más común de lo que parece, de intentar sacar un plus a los ahorros minimizando el riesgo. Ya lo intenté cuando entrevisté aquí a un trader especializado en esta operativa y os incluyo un video explicativo que realizó @joseangelmena en 2009 donde quizás quede todo más claro que con este artículo: