La mayoría de los usuarios de una tarjeta de crédito ( la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros, Adicae, sitúa la cifra en un 90% de los consumidores) desconoce que sus tarjetas de crédito llevan asociados determinados seguros.
Aunque por lo general se trata de pólizas gratuitas, la mayor parte de las entidades financieras repercuten su coste en los costes de mantenimiento de las propias tarjetas de ahí que sea recomendable conocer cuáles son los seguros vinculados a nuestra tarjeta de crédito. La información relativa a estos seguros está incluida en el contrato que la entidad proporciona al cliente al emitir la tarjeta.
No obstante, este tipo de pólizas vinculadas a las tarjetas de crédito tienen uno de los niveles más altos de opacidad del mercado. Por lo general, el cliente desconoce la prima que se paga por ellos porque ésta la asume el banco emisor, ya que el tomador del seguro es la entidad emisora como contratante de un seguro colectivo para sus clientes.
Coberturas de los seguros
Las coberturas de estos seguros dependen de cada entidad financiera y de cada tarjeta, aunque por lo general todas incluyen un seguro mínimo, que puede ser de vida, robo, pérdida o de accidentes. Pero existen muchas más coberturas:
- Seguro de viaje: este tipo de pólizas suelen cubrir los accidentes y enfermedades y los posibles gastos médicos generados en un viaje. También pueden hacer referencia a la asistencia por retrasos o cancelaciones de los billetes comprados con la tarjeta de crédito.
- Seguro de vida: este seguro está destinado a cubrir el saldo de la tarjeta en el momento de fallecimiento del titular. Se suele otorgar también como seguro de protección familiar.
- Seguro de daño o pérdida de equipaje: dependiendo del seguro cubre la pérdida total o parcial del equipaje.
- Seguro por robo y extravío: cubre los cargos realizados en las cuentas bancarias de la tarjeta que haya sido robada o se haya extraviado hasta 72 horas antes de la notificación al banco. Algunas tarjetas cubren también el robo de efectivo en cajeros automáticos.
- Seguro contra el fraude: cubre la duplicación de una tarjeta de crédito.
- Seguro de protección de compras: este tipo de pólizas cubren el robo de los bienes comprados con la tarjeta o un daño accidental de los mismos.
Es fundamental conocer este tipo de seguros vinculados a las tarjetas de crédito. Para ello, los expertos del comparador de tarjetas de crédito Bankimia recomiendan:
- Fijarse si la tarjeta tiene un seguro vinculado y conocer en qué consiste.
- Analizar las características del seguro.
- Conocer cuál es el coste de ese seguro vinculado, si es que tiene un coste.
- Prestar especial atención a la letra pequeña del contrato.
Como ya hemos indicado, toda esta información viene reflejada en el contrato de la tarjeta. Si no posee este contrato o no lo encuentra es recomendable preguntar directamente en la entidad bancaria.