Artículo escrito por Kiko Llaneras, autor de En Silicio, un blog dedicado a analizar la actualidad usando datos y gráficas.
Durante el debate del estado de la nación, Zapatero anunció un recorte para el gasto de los ministerios de 1.000 millones de euros, un recorte que se suma al de 1.500 millones aprobado en febrero.
La medida surge con tres objetivos: (1) aliviar el creciente déficit público —que no gusta a Europa—, (2) compensar la caída de la recaudación, y (3) ampliar la partida para pagar el paro.
Es decir, se anuncie como se anuncie, no es tanto una “medida contra” como una “consecuencia de” el mal estado de nuestra economía, y en particular de las cuentas del estado. Por citar sólo dos datos esclarecedores:
- El déficit superará este año el 8% del PIB, según estimaciones del Banco de España (¿alguien recuerda el superavit?)
- Los gastos por desempleo están presupuestados en 19.000 millones… mientras que algunos expertos calculan que podrían llegar a los 33.500 millones.
Por lo tanto, una vez aceptado el recorte como algo necesario, surge la segunda cuestión: ¿dónde metemos el cuchillo? Pues bien, para sorpresa de algunos y sorna de otros, la cartera que sufre el mayor recorte es la de Ciencia e Innovación.
En la figura podéis ver el recorte a cada ministerio, en millones de euros y porcentaje respecto o a su presupuesto inicial.
- El ministerio de Ciencia e Innovación sufre el mayor recorte, 449 millones, lo que supone ver su presupuesto reducido en un 7% (el tercero por la cola).
- También destacan los tajos a Industria (245 millones), Medio Ambiente (244 millones) y Educación (130 millones). Estas carteras han visto reducido su presupuesto en un porcentaje mayor que Fomento, Defensa, Economía, Interior, Trabajo, Cultura, Justicia, Administraciones públicas e Igualdad.