Tecnología
Son muchas las personas que disfrutan al volante. En esto se apoyaba aquella mítica campaña de BMW. Conducir puede ser un engorro, pero también una liberación. De cualquier forma, el ser humano lleva fantaseando con un coche que se pilote solo desde poco después del nacimiento del automóvil a finales del XIX. Lo hemos visto en decenas de películas de ciencia-ficción, y ya hay varias compañías vinculadas tanto a la industria del motor como a la tecnología de consumo que se hallan enfrascadas en el estudio de un coche autónomo.
Sin ir más lejos llevamos tiempo oyendo hablar del coche de Google. Durante los últimos meses la firma californiana realizó diversos test con sus prototipos. Aunque lo que más se destacó en las noticias fueron algunos percances y el hackeo del software de unos de los prototipos, Google continúa probando su vehículo sin piloto.
¿Qué podría aportar un coche autónomo?
Aunque suene un poco a ciencia ficción, la tecnología está preparada para generar un vehículo personal de estas características. El problema reside en hacerlo circular en un entorno adecuado y que no provoque accidentes. Este es el gran reto de Google y del resto de compañías. Lo más probable es que los coches autónomos comiencen a probarse en entornos urbanos protegidos para más adelante dar el salto al transporte interurbano. Pero llevará tiempo, porque el vehículo autónomo deberá convivir con los coches tradicionales y los peatones. Y los hackers…
Ryan Chin, del MIT Media Lab es el director de un proyecto denominado City Science Initiative que ofrece soluciones para una ciudad inteligente en la que puedan rodar esta clase de vehículos. Uno de los elementos centrales de su proyecto está en una flota de coches eléctricos que funcionen de forma autónoma y que estén conectados entre sí. El ciudadano podrá hacer uso de estos vehículos y desplazarse cómodamente por la ciudad sin necesidad de conducir. Se trata de “liberarnos”, para poder hacer otras cosas mientras nos transportamos a nuestro destino.
Pero para esto ya está el metro, el autobús o el tren ¿no? Los responsables de esta clase de proyectos todavía deben encontrar el espacio real que podría ocupar un coche autónomo desde un punto de vista práctico, no solo como innovación tecnológica. Un coche, a diferencia del transporte público tradicional, ofrece privacidad al usuario. Esa debe ser una de las ventajas a explotar por el coche autónomo. La otra puede ser la rapidez en el servicio, en contraposición al transporte público.
Mientras tanto, Google sigue mostrando algunas de las innovaciones que presentará su coche autónomo. Se habla de airbags para peatones, además de un software que estudiará las condiciones externas e impedirá el funcionamiento en caso de situaciones peligrosas como clima extremo, vía no adecuada, falta de mantenimiento del vehículo, etc.
Apple también trabaja en su propio vehículo autónomo
El Wall Street Journal confirmó los rumores sobre el proyecto de la compañía de Cupertino de lanzar un coche autónomo. Aunque Apple no ha hecho un anuncio oficial, el prestigio de la publicación que filtró la noticia nos hace creer que la cosa va en serio. El coche eléctrico de Apple llegaría en 2019 según WSJ y sería la antesala del vehículo autónomo. Casi 2000 personas de la compañía trabajan en el denominado Proyecto Titán, detrás del cual estaría este coche eléctrico.
¿Por qué tanto interés de la firmas de electrónica de consumo en campos que se alejan de su perfil? Apple, Google y otras firmas punteras quieren conquistar el hogar y los medios de transporte. La explotación del internet de las cosas estaría detrás de muchos de estos proyectos innovadores. Todo conectado: la casa, el coche, el trabajo, etc.
Aunque en la actualidad firmas como Apple viven esencialmente de su éxito en la comercialización de dispositivos móviles son conscientes de que la fiebre por estos aparatos se está enfriando y deben dar un paso más allá para estar en buena posición cuando el futuro llegue.