Alquiler vacacional o alquiler sostenido

Aunque no es una cuestión que aumenten las dudas en el propietario de viviendas con posibilidad de salir al mercado de alquiler solamente en verano, lo cierto es que el  próximo verano si puede ser un momento en el que los propietarios vuelvan a reflexionar sobre la conveniencia de sacar sus viviendas en alquilar vacacional o, por el contrario, buscar el alquilar sostenido en el tiempo como objeto para su inmueble.

No vamos a entrar en análisis muy profundos en lo que se refiere por ejemplo cuestiones relacionadas con la tributación, con la rentabilidad, o con las cargas de las viviendas, sin embargo si nos queremos acercar a los pros y contras de ambas opciones desde un punto de vista más general, que permita crear rápidamente una imagen visual de lo que ambas opciones aporta y puede retraer.

Alquiler vacacional

Obviamente la primera cuestión que influye en el hecho de tomar la decisión de sacar una vivienda al mercado de alquiler vacacional, tiene que ver con la ubicación de dicha vivienda. Por mucho que nos empeñemos efectivamente existen lugares de residencia que con muy pocas posibilidades podrán sumarse a este mercado, por ello, este es el primer ejercicio de realismo que el propietario debe tener en cuenta.

Una vez determinado que efectivamente existe un mercado de alquiler vacacional en el entorno inmediato de la vivienda, los pros se ven rápidamente; el alquiler vacacional, estacional o fragmentado, proporciona ingresos directos mayores en lo inmediato que el alquiler sostenido, y, como añadido, no genera los posibles problemas derivados del impago, aunque obviamente puede generar impagos, estas dos serían las cuestiones fundamentales, como vemos son económicas.

En el apartado de los aspectos no tan positivos, obviamente dependemos exclusivamente de los vaivenes del mercado, los cuales pueden o producirnos un movimiento importante de alquileres o no, pero además, nos proporciona por regla general una serie de trabajos constantes que el alquiler estacional no obliga, como son los relativos a la promoción, y por supuesto los relativos a la limpieza y cuidado de la vivienda, que en este caso corre siempre de nuestra cuenta como propietarios tras cada periodo de alquiler. A lo que, aunque es un factor menos objetivo, debemos añadir el hecho de que de media, el alquiler estacional prodiga mucho menos cuidado sobre la vivienda y su contenido que el alquiler sostenido.

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