¿Dónde está el sector de la construcción?
En muchas ocasiones, como el lector que nos sigue ya sabe, hacemos referencia en este espacio al sector inmobiliario, y, desde luego, hacemos referencia a este sector con la perspectiva real de su situación, una situación compleja, en la que el sector ha caído de manera radical en los últimos años, y en la que, lo cierto es, no se vislumbra un futuro a corto plazo nada halagüeño.
Sin embargo, en pocas ocasiones nos referimos a otro sector directamente relacionado, y que, desde luego no se encuentra a fecha de hoy mucho mejor; nos referimos al sector de la construcción.
Para comenzar a entender la situación real actual de la construcción en nuestro país, bastaría acercarnos a un dato y a una situación; el dato es que la inversión en construcción en nuestro país se ha reducido a la mitad en escasamente seis años, una reducción que se puede cuantificar cercana al 50%, y que desde luego no se puede denominar de otra manera que no sea desplome, la situación, provocada evidentemente por lo anterior, es también incontestable, estamos ante uno de los movimientos más duros en el sector de la construcción a nivel histórico en nuestro país, tanto por la velocidad a la que se ha degradado el sector, como por los niveles en los que se ha colocado.
De manera gráfica se puede comprender perfectamente todo lo anterior si tenemos en cuenta que en años como 2005 o 2006 se mantenían proyecciones de construcción en el entorno de las 700.000 viviendas anuales; si lo comparamos con las viviendas construidas en 2012; que superaron con dificultad las 50.000, poco más hay que explicar, desde el punto de vista de la construcción de viviendas, si a lo anterior le sumamos la desaparición de los proyectos de infraestructuras viarias, el panorama desolador es completo.
Como podemos ver, una situación tremendamente complicada, que está en el origen por supuesto, de la cascada de cierres de empresas relacionadas con la construcción, y, de lo que se atribuye como paro directo ligado a la construcción que supondría al menos en el entorno de 1,7 millones de entre los casi 6 millones de parados que nuestro país tiene hoy en día.
