El certificado energético en los inmuebles

Todo lo que nos rodea en la actualidad camina hacia la eficiencia, energías renovables, lo verde. Se apuesta por coches eléctricos, bioconstrucción, ahorro energético… la conciencia de que los combustibles que se conocen hasta ahora tienen fecha de caducidad ha disparado la búsqueda de alternativas.

La eficiencia es un término que se esta empezando a aplicar a muchos aspectos más allá de los energéticos. Al margen de los electrodomésticos, aparatos electrónicos y vehículos de todo tipo, ya se aplican certificados a las ruedas de los coches y para enero del próximo será obligatorio que las viviendas de segunda mano tengan un certificado energético, sean para alquiler o para su venta.

Esta es una exigencia europea recogida por el gobierno en un real decreto. Hasta ahora solo se exigía a las nuevas construcciones o grandes rehabilitaciones.

Este certificado tiene validez por 10 años y en él se tiene que recoger la eficiencia del hogar en referencia al consumo de energía.

Los únicos inmuebles que no entran dentro de esta obligación son los edificios y monumentos protegidos.

Cada inmuebles e clasificara con código de color según una escala que corresponde a una categoría. Va de la más eficiente (A) a la menos eficiente (G).

De la obtención y el coste de este certificado obligatorio se ha de hacer cargo el propietario de la vivienda. Si se aplica el coste que supone en otros países, estaríamos hablando de unos 250 € para una vivienda de 100 metros cuadrados

Por ahora la repercusión o el conocimiento de la obligatoriedad de este certificado es bastante desconocido para la mayoría de las viviendas de segunda mano, por lo que la implantación de este se producirá a lo largo de todo el año que viene.

Se desconoce si habrá sanciones para las viviendas que no lo posean o la manera de controlar todo el parque de viviendas que hay en la actualidad.

A partir del 1 de enero de 2013 se tendrán más respuestas.

Imagen  Powellizer flickr creative commons