La compra de una vivienda
|Los bancos despiertan muchos recelos entre los potenciales compradores de viviendas. Las fusiones que todavía quedan por hacer, la falta de información de los inmuebles que poseen y el desconocimiento de cómo funciona la maquinaria de los bancos, con todos los cambios que ha habido, en lo que a hipotecas se refiere y las dudas de que nuestro banco pase mañana ser parte de otro, hace que muchos usuarios recurran a inmobiliarias para adquirir una vivienda.
Hay que pensar que, actualmente, las inmobiliarias que se mantienen son las más fuertes, las que se han reciclado y adaptado a las exigencias del mercado y las que ofrecen más garantías.
Por otro lado, al trabajar en zonas concretas, el cliente puede conocer un mayor número de inmuebles, con una atención individual y dirigida a las necesidades del mismo.
El cliente puede saber el precio real del inmueble ya que es el particular el que informa directamente a la inmobiliaria del precio. Por otro lado la negociación entre las dos partes será beneficiosa para ambos porque el intermediario entre el comprador y vendedor busca la mejor oferta para ambos.
La inmobiliaria ahorra tiempo tanto en la búsqueda por lo que a la gestión de la compra se refiere. En la mayoría de los casos se ocupa de todos los trámites para evitar problemas de cualquier tipo.
Uno de los puntos fuertes de las inmobiliarias es que la experiencia que tienen y la base de datos de la que disponen les proporcionan la ventaja de saber que tipo de vivienda es la más adecuada para cada comprado, reduciendo los tiempos de búsqueda. Además personalizan las visitas al conocer los puntos fuertes que influyen en la compra.
La relación inmobiliaria y entidad bancaria es evidente, lo que nos puede ayudar a la hora de escoger la hipoteca más adecuada a nuestras necesidades.
Por último cabe señalar que la gestión integral es una de las características principales de una inmobiliaria, desde la búsqueda hasta la el notario.