La vivienda como recurso en tiempo de crisis (I)
|Hasta hace tan sólo unos pocos años, para explicar de manera popular la diferente postura ante cualquier tipo de préstamo y los préstamos hipotecarios destinados a la compra de vivienda, se solía decir que el usuario español prefería quitarse de comer antes que dejar de pagar la hipoteca, una realidad a medias obviamente pero que venía a definir muy bien la postura de nuestros conciudadanos ante la vivienda propia.
Ya inmersos en la época de crisis es cierto que la máxima citada en el párrafo anterior bien se pudiera seguir aplicando, de hecho, y a pesar de que efectivamente el volumen de desahucios e impagos de la vivienda resulta ciertamente, y desgraciadamente, muy amplio, comparativamente con los índices de morosidad de otro tipo de préstamos no lo es tanto.
Teniendo en cuenta que la vivienda para el usuario medio español continúa siendo un bien preciado es natural que en muchos casos, en medio de una situación de crisis tan aguda, sea la propia vivienda en la que reposen algunas posibilidades y acciones destinadas precisamente a encontrar medidas para capear la crisis, y, teniendo cuenta por supuesto, la dificultad de la venta de viviendas.
Probablemente una de las acciones más comunes está siendo la de tratar de encontrar realquilados, ajustar el espacio de la familia y liberar determinadas habitaciones que se ofrecen al régimen de alquiler en el que incluso puede llegar a incluirse pensión completa y otro tipo de servicios. Debemos tener en cuenta que esta opción, antes puesta en práctica fundamentalmente por personas que vivían solas, cada vez se extiende más entre familias que encuentran en los ingresos devenidos de tal actividad un alivio a sus cargas económicas mensuales, y, en algunos casos, incluso los medios económicos de hacer frente a las hipotecas.
Dependiendo de las ciudades encontraremos precios por alquiler de habitación que van desde los 150 € mensuales hasta incluso los 600 € mensuales, sin duda, una opción a considerar en caso de necesidad.
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